A L O N E - RenGiyuu

𝑾𝒓𝒂𝒑𝒆𝒅𝒅 𝑰𝒏 𝑾𝒂𝒓𝒎𝒕𝒉

" ¿Cuánto más?

¿Hasta cuándo?...

¿Cuánto dolor y sufrimiento más tiene que soportar un ser humano para poder ser feliz?

¿Hasta cuándo tiene que seguir sintiéndose miserable?

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No podía saber la hora exacta. Miraba el reloj pero su vista estaba borrosa, y no podía ver los números. Miró la ventana, era de día. Quiso moverse, pero su cuerpo no respondió, en su lugar, un punzante dolor le golpeó en la cadera. O al menos eso pensó, pues realmente, el dolor se sentía igual de insoportable en todo su cuerpo.

Miró detrás suyo al sentir una respiración en su nuca, y no se sorprendió al ver que se trataba de Uzui. Suspiró pesado y solo recostó la cabeza en la almohada nuevamente con la intención de dormir un poco más.

-Buenos días, lindo.

Giyu disimuló una mueca. Tal parecía que no podría dormir.

-No esperaba terminar contigo tan pronto anoche, pero te desmayaste y entonces la cosa ya no pudo continuar, tristemente -dijo Uzui mientras deslizaba una de sus manos por su delgada cintura llena de mordiscos-. Pero de todas formas, cuando te desmayaste, yo seguí haciéndote el amor hasta que me cansé, y digamos que se me acabaron los condones, así que tendrás que lavarte bien ahí abajo.

El semblante de Giyu se paralizó al escuchar aquellas palabras salir de la boca del albino en su oído. Las manos de Tengen seguían manoseando su cintura, su cadera, y sus piernas, la sensación era desagradable, asquerosa.

-¿Quieres que te ayude a lavarte? Supongo que al ser tu primera vez, no sabes cómo tienes que limpiarte ahí abajo luego de que acabara dentro de tí tantas veces -dijo Tengen sonriendo con malicia. Su mano derecha se dirigía con descaro a la entrada anal e hizo presión con su dedo índice.

El tacto de las manos de Uzui era lo opuesto al de Rengoku. Las manos de Kyojuro eran muy cálidas, aunque con algunos callos, le gustaba mucho sentirlas sobre su piel, era como una manta que lo protegía de todo mal, le hacia sentir muy reconfortado, y protegido. Le agradaba mucho.

-¿Te apetece un mañanero? -le preguntó Tengen mordiendo el lóbulo de su oreja. Pero pese a que preguntó, ni siquiera le dió tiempo a Giyu de responder, pues pronto comenzó a besarlo con lascivia.

••••••

Cuando se fueron de la habitación del motel para pagar, Giyu se había ido al baño para verificar que las marcas en su cuello no fueran tan visibles. Sin embargo, cuando regresó, se encontró con una curiosa escena...

Uzui besaba gustoso a una chica rubia bastante atractiva, usaba ropas demasiado reveladoras y tenía los labios pintados de carmín. El albino abrió los ojos, aún sin dejar de besar a la mujer, y lo miró, al parecer ya sabiendo que Giyu observaba la escena.

Giyu simplemente se fue él solo sintiendo el peso de sus acciones aplastarlo con fuerza.

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Se dirigió a la academia, caminando con la mirada al piso, distraído en sus pensamientos. Rengoku no había podido dormir nada bien desde anoche, pues la constante pregunta em su mente taladraba su cabeza: ¿Habría hecho bien el dejar a Tomioka a solas con Uzui? Esa noche si que se había sentido mal, dudaba bastante que aquel trago de vodka estuviera hecho para el consumo humano.