Pasaron los días, conocieron Copia como el nuevo portavoz del infierno en el clero, los ministros, el cónclave, todos estaban enterados del cambio. Terzo se había mudado con Eleena a su nuevo hogar, dejándole así la habitación principal la cual era la más grande en todos los aspectos, la cama, el baño, la bañera e incluso contaba con un balcón. Dejó salir a Cheese y Cheddar sin el miedo que Blaze y Mara los devoraran en un par de mordiscos. El closet se encontraba repleto de sus trajes y su ropa.
Estaba por salir hacia la onu –solo, ya que los ghouls estaban tomando las prácticas intensivas con los ghouls de Terzo, dónde aprenderían a utilizar armas y sus propios poderes—, tenía que darle seguimiento a la orden principal que le habían enmendado, hacer que los gobernadores y el presidente de Estados Unidos volvieran a colaborar con ellos, cuando un empleado le detuvo, le dio una reverencia y después le extendió una invitación blanca.—Llegó hace unos momentos, señor.
—Gracias —dijo Copia y el empleado se retiró.
En la invitación venía toda la información acerca de la boda de Terzo y Eleena, se llevaría acabo en unas semanas y tendría que comprar un regalo. Dejó la invitación en la mesa debajo de los retratos de los papas y salió, se subió al carruaje y se dirigió hacia la tierra, una vez ahí llegó en poco tiempo al complejo de la onu, le recibió la rubia de la recepción, le sonrió abiertamente y se inclinó hacia delante enseñando su escote de una manera muy provocativa.
—Buenos días, Cardenal.
—Buenos días.
Copia ni siquiera se detuvo a mirarla, se dirigió directamente al último ascensor y subió hasta el último piso, recorrió el largo pasillo hasta llegar a dónde estaba su secretaria, una mujer joven que usaba lentes redondos. Se puso de pie y le extendió un legajo con papeles dentro de él.
—Buenos días, Cardenal. Sister Imperator lo espera dentro. ¿Le apetece un café o un té?
—No, gracias, Laura —caminó un par de pasos, luego se detuvo y se giró—. Buenos días.
Ambos se sonrieron, dentro estaba Sister de pie mirando hacia afuera, había un ventanal que llegaba desde el suelo y hasta el techo. La vista era magnífica, se observaba una parte de la ciudad y una parte del East river, el cielo estaba ligeramente nublado, conservando el característico azul, los rayos cálidos del sol iluminaban todo. Se colocó a un lado de Sister, quien estaba en silencio contemplando el paisaje.
—Es hermoso —habló ella, sin girar a verlo—. ¿No lo crees, Copia?
Le tomó por sorpresa, Sister jamás le llamaba por su nombre, tampoco lo tuteaba, así que se sintió extraño.
—Por supuesto —se quedaron en silencio unos segundos, luego Copia se giró, debía comenzar a trabajar—. Aprecio su visita, Sister, me honra. Sin embargo es una pena para mi preguntarle a qué se debe su presencia. Como sabrá tengo mucho trabajo qué hacer y quisiera empezar lo antes posible.
Sister finalmente se alejó del ventanal, se sentó frente a Copia, quien dejó los papeles a un lado.
—Descuide, solo me gustaría saber el avance que hemos tenido. Es poco el tiempo que ha estado usted a cargo, sin embargo confío en que pueda solucionar este problema pronto.
—Hoy tengo una reunión con el gobernador de New York, es el más cercano y lo veo convencido en volver a nuestra buena relación laboral. También he estado en pláticas con otros gobernadores, todo es muy prometedor.
Sister sonrió, ver a Copia sentado frente a ella, con la espalda recta y las manos entrelazadas en el escritorio de color marrón, le llenaba el pecho de calor, de orgullo, aunque era más joven que los tres Emeritus se notaba decidido, profesional y como todo un empresario.
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AMOR IMPUESTO [CARDENAL COPIA/PAPA EMERITUS IV]
FanficSister Imperator estaba insatisfecha con el desempeño de los últimos meses de Terzo, así que pensó un plan que llevaría a cabo, lo primero que tendría qué hacer era conseguir poner a Copia al mando del infierno. Después, conseguiría a una joven para...