# 32 No soy yo

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Cap. 32

Juliana

Los días en la casa como la novia de Valentina son tan extraños, ya no soy la maestra de los niños, ahora soy la que salvo a Valentina y la novia y me siento un poco extraña. Las cosas con el caso se complicaron.

Es la palabra de Daniela contra mi palabra, alegan que Valentina tomo sola, nadie la obligó, nadie tiene una prueba donde se le vea obligándola a tomar o consumir la droga que consumió, los vídeos sólo muestran a tres chicas ayudando a Valentina por su grave estado de ebriedad. Y que si Valentina sigue con la denuncia ellas van a denunciarme a mí como la presunta autora del hecho, porque yo no soy nadie.

Esto me tiene molesta, me tiene de brazos cruzados porque ellas pueden estar libremente mientas mi novia tiene esa ansiedad, tiene esa angustia. Pasando noches en vela, por pensar que esas mujeres volverán a hacerle daño.

- ¿Qué piensas? Me pregunta Esme mientras la ayudo a lavar los platos en casa de Lauren.

- En Val, en toda esta locura, en mi pobre princesa. No quiero que nada la haga perder la razón.

- Juli, todo estará bien, ellas no pueden acercarse a ustedes, tienen guardaespaldas, tienen una seguridad.

- Pero Valentina se está perdiendo por culpa del miedo.

- Llevala a un terapeuta, deben buscar soluciones o el viaje que dijo Lucia.

- Creo que tienes razón.

- ¿Ustedes dos ya están listas? Preguntó Lauren asomándose en la cocina.

- Ya vamos amor. Esme respondió y me observó.

- Vamos. Le dije

En la sala del departamento de Lauren estábamos compartiendo las cuatro con música, un poco de charla amena, nos llevamos bien las cuatro, Sergio quedó en venir, pero tiene unas cosas que arreglar en su departamento nuevo, se mudó de departamento.

- Vale ¿Te acuerdas cuando conociste a la maestra? Preguntó Lauren para traer de regreso a mi novia a nuestra conversación.

- Val. Llame su atención después de unos segundos de silencio.

- Umm

- ¿Estás bien?

- Si, he sólo cansancio.

- ¿Quieres irte?

- Ella se me quedo viendo a los ojos

- Si, quiero irme a casa. Habíamos acordado quedarnos en el departamento de Lauren, pero Val no estaba a gusto en ningún lugar que no fuera la casa.

- Ok

- Perdón

- Está bien, hey está bien. Tranquila ya nos vamos.

- Lo siento

- Vale tranquila, estamos contigo, no te preocupes. Lo que necesites de nosotras cuenta con eso.

- Gracias Lau, sólo quiero ir a casa. Estaré mejor lo prometo.

Lauren se levantó y la abrazó. Tomé a mi novia de la mano y entrelacé nuestras manos y me la llevé a la casa donde ella se sentía segura.

Esa misma noche en la madrugada la sentí levantarse de la cama, todos los días hacia eso así que la seguí y bajé a la cocina, la observé estaba tomando un vaso, noté que se quedó mirando las botellas.

Una nueva HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora