# 28 Maletas del pasado

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Cap. 28

Juliana

Enterarme que le darán una pena de 35 años a Guille por el caso de la droga y que otras mujeres salieron a la luz a denunciarlo por abuso sexual. Es contradictorio, que las leyes se manejen así, tenía que asesinarme para que fuera a la cárcel de por vida, pero las leyes son así, deberían ser diferentes. A ningún ser humano se le debería hacer lo que él me hizo.

- Buenos días mi reina ¿Cómo amanece la mujer más hermosa de este mundo? Esa era mi novia, con solo un suéter largo que llega por encima de sus rodillas, colocando sus pechos por detrás de mi espalda, pasando sus suaves y delicadas manos por mi abdomen y dejando suaves besos en mi hombro. Mientras yo le hago el desayuno.

- Enamorada cada día más de la mujer que tengo.

- Que bueno, porque yo estoy también muy enamorada. Ella se sentó en el desayunador. Mientras yo terminaba unos wafles.

- Amor, llegaré por mi cuenta a tu exposición, porque tengo que terminar una clase antes de eso. Prometo que llegaré.

- Tranquila Juls, recuerda que no soy de esas mujeres posesivas, yo sé que estás en clase.

- Toma, come, necesitas energías para este día tan difícil y emocionante. Le coloque su desayuno y el mío también.

- Lo más rico de este plato es la que lo sirve. Ambas sonreímos.

- Nada de eso, Val, después llego tarde. Tengo que ir a la escuela con Mari.

- ¿Por qué te tengo que compartir con mis hermanos? Decía ella con un puchero. Se levanto y se sentó en mis piernas pasando una mano por detrás de mí cuello.

- Eres lo mejor de mi vida. Me susurro. Yo me acomode y la abrace.

- Pues tu eres mi tesoro, lo más preciado. Juntas vamos a construir una vida mejor de la que llevábamos. Ella sonrió y me dio un beso.

- Te amo Juls. Y me voy a comer a mi novia y esos wafles. Me dio un gran beso que se extendió unos segundos hasta que su teléfono sonó.

- Debe ser importante. Le susurre

- Debe ser Lucho, voy a comer y ducharme, antes que se desespere. Me dio un último beso, al levantarse le di una pequeña nalgada y ella se sonrió y se mordió el labio.

Desayunamos, fui inevitable ducharnos juntas después de darnos un poco de amor después del desayuno, cada una salió por su cuenta, con guardaespaldas, no me gusta térnelos tan cerca porque las personas lo notan, y no soy alguien importante, pero lo hago para que Valentina este tranquila.

Una nueva HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora