# 24 El diablo

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Cap. 24

Juliana

Llegó el momento de la verdad. Después de darle las pruebas a Eva fue un revuelo. Eran pruebas suficientes para detener a Guille y la libreta tenía las pruebas que el FBI necesitaba para detener a Juanpa y a Jacobo, pero hoy después de dos meses me toca dar mi testimonio delante del juez, frente a ese hombre, admito que me da temor verlo, no quisiera pasar por este proceso.

- Juls, amor. Me dijo mi princesa. La miré y ella estaba de pie, junto a la silla donde estaba sentada en la oficina de los abogados Carvajal.

- Dime Val. La miré y ella acercó su rostro al mío.

- Es hora. Eran las palabras que no quería escuchar, ya era la hora de ver cara a cara a Guille, yo no tenía que ver a Jacobo o a Juanpa, pero la señora Lucia sí. Me levanté, mi novia me dio un beso suave.

- Todo va a salir bien, solo trata de pensar que el quedará encerrado y tú estarás de regreso conmigo.

- Tengo miedo de verlo, ya sé que no estoy sola, pero me da miedo. Le dije minutos antes de entrar en la sala donde seré interrogada por los abogados de los Carvajal y también por el abogado de Guille.

- Yo estaré allí, mírame no te dejaré sola ¿Ok?

Asentí y comenzamos a caminar hasta la sala, me sentía nerviosa, el corazón se me quería salir, no quería ver el rostro de la persona que tanto daño me hizo, después de decir que era mi amigo me quemó mis pechos y mis piernas alrededor de mi centro con su cigarrillo. Respiro profundo y entro a la sala, él aún no estaba. Los abogados hablaban entre sí, estaba el abogado de Guille, algunas personas asumo que personas de su banda, de nuestro lado estaba Lucia, Eva, Lauren, el señor Alirio que resultó ser una hermosa persona, los niños están en casa, Esme está con Sergio ya empezó a ir a la universidad y su guardaespaldas es Sergio. Oigo murmullos y escucho a los abogados.

- Ya va a pasar Guillermo, pero aquí hay muchos policías no tengas miedo. Respiré y asentí.

El hizo entrada y trataba de no ver su rostro, mi novia se le quedó observando. Ella sabía perfectamente lo que él me había hecho y aún no sabía todo, pero hoy se tenía que enterar.

Hicieron pasar al juez después de unos minutos me llaman al estrado.

- Buenos días Señorita Juliana ¿Cómo te sientes? Preguntó el abogado de los Carvajal.

- Buenos días. Me siento asustada un poco.

- ¿Podrías indicarnos por qué?

- Tenía tiempo que no veía a ese hombre.

- ¿Podrías señalar a él hombre que te da miedo y decirnos a todos la causa de tu miedo? Miré a Guille por primera vez a los ojos y lo señale, extrañamente él tenía una sonrisa, no me gustaba esa sonrisa de autosuficiencia, me habían prometido que no podría hacer nada. Miré después al abogado.

- Ese hombre me mantuvo en cautiverio, antes de mis quince años lo conocí y ese hombre me ofreció su ayuda, me invitó a su casa todo iba bien hasta que me tomo como su posición, no me dejaba salir, y me violó.

- ¿Podrías indicar al gran jurado exactamente las cosas que te hizo?

Mientras se pasaban las imágenes yo comencé a relatar.

- Él llegaba al apartamento que no tenía vecinos o no sé si no escuchaban mis gritos, porque él me dejaba atada con unas cadenas a la cama de la habitación y tenía que hacer pipí o defecar sobre mí misma. Si hacía eso tendría una paliza al llegar, las palizas consistían en su mano sobre mi cuerpo, con su mano cerrada. No me golpeaba el rostro, pero el cuerpo sí, había días que me tomaba y me daba golpes con sus pies, abuso de mí, y sus abusos consistía en...

Una nueva HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora