Cap. 37
Valentina
Mi princesa y yo disfrutamos una fiesta de boda increíble, en intimidad, unos que otros periodistas, porque eran amigos de mi papá y les di la primicia. Ahora estamos aquí en las islas Maldivas, hice la adecuada reservación debido a que es un lugar que podríamos enfrentar la cárcel y hasta la muerte, pero con dinero todo tiene solución.
Aquí estamos, tenía que traer a mi chica a este lugar, porque ella ha sufrido mucho y la vida la ha golpeado tanto, y junto a mi quiero que la vida le sonría, así tal cual como esta en este momento dentro del agua.
- Amor ven. Me grita mientras estoy en una tumbona. No tenemos muchos vecinos, y el personal que nos atiende es exclusivo. Más sin embargo procuramos que las demostraciones de amor sean dentro en la cabaña y una que otra en la playa. Me levanto y voy en dirección a ella.
- Me hace tan feliz que te guste este lugar.
- Amor este lugar es mágico, había leído, estudiado, visto imágenes, pero es mejor de lo que imagine. Gracias esposa por hacer de mi vida algo tan diferente.
- De que sirve tener tanto dinero si no podemos tener a las personas importantes y que amamos con nosotros. Tu llegaste a mi vida y es mucho mejor que cualquier Isla en este mundo.
- Que hermosa mi Val. Te amo
- Te amo más esposa.
Estar junto a mi esposa, eso es increíble, mi esposa, ella es mi maravillosa esposa. La mujer más increíble y estamos casadas. Después de pasar una semana aquí iremos a recorrer el mundo, vamos a París, quiero que mi maravillosa esposa conozca New York y Las Vegas. Lo de Las Vegas es por mí, más que por ella.
Esa misma noche al atardecer estamos mi esposa y yo disfrutando de cada momento juntas, no dejamos de acariciarnos, como me hace sentir amada mi esposa, eso es algo que no tiene precio, no lo puedo comprar en ningún lugar.
- ¿Te gustó esta Isla? Le pregunté a mi esposa.
- Es maravillosa, es increíble y estar aquí contigo es algo que nunca imaginé. Te amo mi amor, amo poder vivir esta aventura junto a ti. Val te quiero para siempre, esto no tiene comparación. Y no hablo de los lujos, hablo de estar así contigo ver este atardecer a tu lado, este momento no tiene comparación. Ella me tenía abrazada en la cama y le di un beso suave.
- Te amo princesa.
Tocan en ese momento la puerta
- Who?
- Room service (Servicio a la habitación) Respondieron
- One moment, please. (Un momento por favor) Dije a quién llamaba y me levanté de la posición comprometedora en la que estábamos mi esposa y yo. Abrí la puerta y era en efecto un joven que traía la cena, dejo todo y le di una propina, me daba un poco de temor el asunto a pesar que el lugar era muy seguro. El chico se fue aceptando la propina y sonriendo.
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Una nueva Historia
RomanceDos mujeres con dos pasados tormentosos, el destino las une para descubrir que a través del amor pueden escribir una nueva historia.