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...

—Hyunjin?.

—Chan?.

Bang chan, era un viejo amigo de Hyunjin, que contaba con 25 años, se conocían desde mucho antes. Bang chan era compositor, amaba lo que hacía, siendo sinceros, le iba bastante bien.

—Amigo, tiempo sin verte, como te fue en Estados Unidos?.

—Bastante bien, hace unos días regresé e intenté comunicarme contigo pero me surgieron cosas y no pude. 

—No te preocupes.

Ambos chicos se encontraban en las calles de Seúl, Hyunjin salía de una cafetería entonces fue cuando se encontró con Bang chan.

—Hyunjin, sabes donde hay una florería?

—A que se debe?, no eres de comprar flores.

—Minho me pidió un favor, quiere comprarle flores a Jisung pero está ocupado entonces dijo que fuera por ellas.

—Entiendo.— Hyunjin sabía que Minho era muy penoso para comprar esas cosas y más si quería seguir con su imagen de chico malo.

—Conozco una, el lugar es muy lindo. Conozco a las personas que trabajan ahí, puedes ir con confianza.

—Gracias, amigo.

Hyunjin le mandó la dirección a su celular. Conocía bien ese lugar, ya que trabajó ahí antes de empezar la universidad, las personas eran muy amigables y el entorno servía de inspiración.

Volvemos con Bang chan, este se encontraba a unos cuantos pasos de la florería, se encontraba en un buen sector de la ciudad y se veía que era conocida, ya que concurría varias personas en ella, que salían y entraban.

Nunca le molestó hacerle el favor a Minho, le gustaba ayudar a sus amigos, es algo característico de él.

Bang chan por fin se decide a entrar.

Se escuchó el sonido de la campanita en la puerta, el lugar era amplio, había variedad de flores por todos lados, claro, siempre organizado.

Los diferentes olores abundaban y pasaban por sus fosas nasales.

Bang chan no se dio cuenta cuando se quedó fijo mirando unas flores color azul en la mesa, hasta que alguien lo interrumpió. Era uno de los trabajadores del lugar, un chico de apariencia bastante joven, era alto y su piel parecía de porcelana, era un chico de ensueño.

—Puedo ayudarle, caballero?— Preguntó amablemente hacia Bang chan.

Bang chan quedó algo embobado viendo a aquel chico, parecía que radiaba tranquilidad y paz cuando hablaba, sin saber como, pudo salir del trance.

—S-si, n-necesito un ramo de flores, son para regalar.— Hacia todo lo posible para no sonar nervioso, era extraño, ya que Chan era de esos que siempre hablaba firme y seguro.

—Perfecto, tiene alguna flor en especial o quiere ver para elegir— Preguntó mostrando una sonrisa, este chico estaba dejando a Bang chan en el suelo.

—Flores naranjas, en variedad, puedo escoger?— Dejando sus nervios a un lado y mostrándose más seguro, habló. No quería causar mala impresión.

—Por supuesto, tenemos variedad, sígame por favor...

—Bang chan..

Yang Jeongin, un gusto.




Tus pecas son el reflejo de las estrellas [HyunLix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora