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Roxana

El dolor en mi hombro se expande por mi cuerpo y soltando un quejido caigo al suelo. Mi respiración se vuelve irregular debido a lo asustada que estoy, todo comienza a darme vueltas y entonces se vuelve negro.

*

Jimin

Estaba perdiendo la cordura mientras mataba a los lobos de esa manada, como estoy en estos momentos soy capaz hasta de matar cachorros inocentes, ese perro se ha robado a mi Luna, sí había notado lo mucho que la miraba pero no quise crear conflicto entre las manadas, se supone que esa reunión solo traería paz entre ambos, pero veo que sus planes eran otros.

Puedo sentir lo asustada qué está, ella me está llamando y estos se están atravesando en mi camino.

—¡Alfa, por aquí!grita Tae y rápidamente lo sigo, su olor es fuerte y cada vez que me acerco más el olor se hace demasiado fuerte, este olor no podría ser a menos que...

—Tae, su olor es muy fuerte —le dije telepáticamente.

—¿Qué quieres...? —puedo ver la sorpresa en sus ojos— ¡No puede ser! ¿Estás seguro?

—Tiene olor a preñada, ahora la prioridad supera todo, la quiero de vuelta sana y salva, a ella y mi cachorro.

La emoción en mi manada es la normal, han esperado por esto tanto como yo. Al llegar a la aldea, muchos de esos lobos nos están esperando, son la mayoría Betas pero huelo a algunos alfas allí. Estoy en un punto dónde no controlo muy bien mi fuerza así que la pelea se vuelve sangrienta, este Alfa seguramente puede oler la sangre de su gente, ¿Porque no sale a enfrentarme?

El olor de la sangre de Roxana me llega a la nariz y sin importar nadie me abro paso hacia donde está el olor, un poco de sangre de ella está en toda la puerta de esta cabaña, busco entre los cuartos por ellos y en la última habitación está ella inconsciente en la cama mientras él la folla sin piedad, salté envuelto en ira y ni esperé un segundo para romperle el cuello, afortunadamente él no la había anudado. Aunque su olor es tan fuerte que tuvo que notar que ella está encinta, le termino de colocar la ropa y la tomo entre mis brazos, para aullar, anunciando que el lobo, que solía ser Alfa, está muerto.

Salí cubierto por la sangre del Alfa, esto hace que los demás se inclinen ante mí, suelto un gruñido.

—¡Tae! —él se acerca rápidamente aún en su forma lobuna.

Si, mi Alfa —inclina su cabeza.

—Toma a las Omegas de esta manada, mientras los demás serán libre de hacer lo que quieran, pero si ustedes se acerca a metros de mi territorio los mataré —todos gruñen para luego huir al bosque.

Tae toma a todas las Omegas y nos caminamos de vuelta a la manada, le pedí a Elisa que no le dijera a Roxana que había sido tocada por ese Alfa, ella la bañó y la dejó con ropa limpia en la cama.

Estaba en mi oficina cuándo supe que había despertado, la perdida de sangre por la herida de bala la había dejado inconsciente por un día completo.

—Amor, ¿Cómo te sientes? —me levanto para ayudarla a tomar asiento.

—Estoy bien amor, Elisa dijo que tenías algo que querías decirme, ¿Y qué es? —sus ojos brillan como si quisieran confirmar algo— Estoy en espera, ¿Cierto?

Mis ojos se abren y se quedan fijos en ella, ella sabía, pero como sabía que era eso lo que yo le iba a decir.

—¿Cómo...?

—Él me lo dijo, dijo que el olor era muy fuerte que hasta él se dió cuenta —ella coloca sus manos en mis mejillas— ¿Es verdad?

—Si, mi Luna, estamos esperando un cachorro, aunque no se sabe si es solo uno, más adelante se sabrá, normalmente las Omegas siempre tienen dos o hasta tres cachorros por celo —sus ojos se abren y su boca también y solo puedo reír.

—¡No es para que te rías! —me pega en el hombro.

—Pero es que tú cara fue graciosa, supongo que aún estás con los embarazos del mundo humano, dónde lo más común es un solo bebé —mis manos sujetan las suyas— Pero todo estará bien, tendrás ayudas de nodrizas, en todas las manadas es así.

—Un bebé... —ella hace pausa pensando— Nunca creí que tendría un bebé con mi secuestrador —no pude evitar reírme.

—Pero al final de enamoraste de mí.

—Supongo que tengo síndrome de Estocolmo —no pude evitar reírme de nuevo.

—Pero eso ya no importa, final salió como estaba destinado a ser —ella me sonríe y se acerca a mí para que le dé un beso.

Continué el beso inclinándome hacia ella y ella cayendo en el sofá, mi lengua comenzó a hacer travesuras en su boca y apenas la escucho gemir mi animal interno sale a la luz. Entonces fue que me dí cuenta, estoy en celo, este calor y este deseo que romperla con mi polla es mi celo.

—Amor, me llegó el celo, creo que debo alejarme de tí... ¡Tae! —él llega mientras yo aún me estoy controlando— Llévatela, estoy entrando en celo, iré al calabozo, toma mi puesto.

—Entendido, vamos Roxana —ella me miraba con duda pero el final se fue y yo terminé encerrándome en el calabozo.

*

Roxana

Al día siguiente desperté con los gritos desgarradores de Jimin, se supone que la Omega debe ayudar al Alfa a pasar el celo, pero Jimin no quiere que me acerqué a él, teme lastimarme.

—Quiero verlo —le digo a Tae que está en la entrada de lo que ellos llaman "calabozo" pero en realidad son habitaciones dónde los Alfas pasan su celo, ya que ellos se vuelven agresivos durante este periodo.

—No puedes, Jimin me pidió que no te permitiera entrar, sabes que él teme lastimarte, por favor espera a que su celo pase.

Bufé pero hice como él me dijo, solo que Tae no sabe que entraré allí así sea por las malas.

Bufé pero hice como él me dijo, solo que Tae no sabe que entraré allí así sea por las malas

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Wild Blood +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora