Una pareja de dos Alfas se ven en la necesidad de buscar a sus Omegas y enseñarles cómo ser lobas, a la vez que descubren todo sobre su pasado.
Una historia de mi completa autoría.
Contenido +18.
No acepto copias ni adaptaciones.
Año: 2020 - 2022 (R...
Desperté al día siguiente y a medida que mis ojos se acostumbran a luz, no puedo evitar mirar al hombre que tengo al lado. Ese tatuaje en su brazo, ese cabello despeinado, esos labios ligeramente rosados y ese cuerpo, el cual aclaro está desnudo bajo esas sábanas.
Un sonrojo aparece en mi rostro ya que acabo de recordar lo que hicimos anoche. Se que quiero escapar y hay una parte de mi que aún quiere irse lejos. Pero... Hay otra que quiere quedarse con Jungkook y más después de anoche, donde sentí que me uni a él.
Me levanté hasta el baño, dejando caer el agua en mi piel, eso me calma y de manera increíble. Pero siento cuando la puerta es abierta y entra Jungkook, ahora mi esposo, a bañarse conmigo, y eso lo asumo porque no tiene ropa. Y se que ya lo ví anoche, pero igual se siente raro.
—Buenos días esposa mía. ¿Cómo amaneces? —me abraza.
—Estoy bien, gracias por preguntar —digo aún dándole la espalda.
—Pues espero no haber sido muy rudo anoche —besa mi cuello.
—No responderé a eso —no quería responderle que me gustó y mucho, mi orgullo no me deja hacerlo.
—Pues algo me dice que si. Pero eso no importa, ahora quiero saber... ¿Que quieres hacer hoy?
—No se, ¿Que tienes planeado? —volteo quedando frente a él y la verdad creo que este hombre es demasiado atractivo para ser real.
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—¿Por qué me miras así? —levanta la comisura de su labio sonriendo pícaramente.
—Me gusta lo que veo. —coloque mis manos en su pecho.
—Y pues a mí también —se acerca y me roba un beso algo apasionado.
Sus manos comienzan a calentar mi piel a medida que toca mi cuerpo. No lo puedo negar, está marca o no se que sea, pero hay algo que llama a mi corazón.
Pero también hay algo más, es deseo, deseo animal. Es como si su piel, su toque, sus besos me son necesarios o mejor dicho, esensiales para vivir.
Sus manos se metieron entre mis muslos y me hizo rodear sus caderas con mis piernas, podía sentir lo duro que estaba y eso me hizo jadear.
—Alguien desea tenerme. Dime nena. ¿Que tanto me deseas en este momento? —levanta una ceja y coloca su polla en mi entrada jugando con mis pliegues.
—Te quiero adentro, cariño —le dije como se que los coreanos le dicen a su parejas y eso pareció gustarle porque me penetró sin aviso y profundamente haciendo qué un gemido sonoro llenara el baño.
Me aferraba a sus hombros mientras me embestia, el agua aún caía en nuestros cuerpos dando una sensación diferente. Él comenzó a lamer mi marca excitandome aún más. Mis manos de aferraron a su cabello mientras en aún estaba en mi cuello a la vez que se movía adentro y fuera de mi a una velocidad increíble.