Déjame quererte - Álex Márquez

Capítulo 7

Sofi y Marc no han podido pasar el fin de semana sin soltar la bomba de su relación, asi que Jose y yo estamos intentando de esquivar a los periodistas que se nos acercan curiosos, en vista que mi hermano y mi cuñada ya desaparecieron hace algunos minutos.

Entro al motorhome y les veo a ambos en el sofá.

- Si querían pasar desapercibidos, no lo han logrado.

Mi intento de aligerar el ambiente parece que sale al revés pues veo la mirada que me lanza mi cuñada antes de contestar y se que la he cagado, no era el momento.

Me disculpo con ambos porque definitivamente toque la herida muy pronto, y en realidad solo buscaba distraerlos con una de mis gracias habituales, y de paso distraerme a mi mismo de mis preocupaciones.

Sofi también se disculpa por su reacción pero le hago un gesto quitándole importancia, para que no se preocupe. En realidad fue mala mia soltar el comentario en el momento menos adecuado.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo, y lo tomo frunciendo el ceño cuando veo el "Brujita" en la pantalla.

Miro a Marc y Sofi, pero decido que es una mejor idea callarme el mensaje que me acaba de llegar, por lo menos hasta que su tormenta esté más calmada. No meteré mi mierda en medio del caos que es todo ahora.

Ingreso a mi habitación y desbloqueo el aparato entre mis manos.

•"Felicidades, Alex"
•"Puedes respirar tranquilo"
•"No serás papá"

Una sensación de vacío a la vez que de alivio se abre paso en mi pecho, y suelto un suspiro de frustración y enojo.

- ¿Que diablos es esto?

Marco rápidamente el número de Kayla, pero no alcanza a sonar lo suficiente cuando me corta la llamada. Vuelvo a insistir un par de veces, encontrandome con la misma respuesta de su parte, lo que hace aumentar mi molestia con toda esta situación.

- Maldita sea... contesta...

Parece que esta vez si me hará caso, porque responde luego de dejarme oír un par de tonos.

- Márquez - su voz suena cansada, pero cansado estoy yo de que no me conteste el puto teléfono después de lo que me envió al WhatsApp.

- ¿Qué mierda de mensaje ha sido ese, Kayla?

No estaba intentando precisamente ser un solecito, estaba que me llevaba el diablo y se lo hice saber.

Su respuesta irónica me hace hervir más la sangre y como resultado, terminamos peleando como es costumbre.

Creo que me quedaré calvo de tanto pasarme la mano por el pelo, seguro soy un desastre a la vista de cualquiera, pero definitivamente Kayla es una de las pocas personas que logra sacarme de mis casillas con tanta facilidad, es por eso que no mido mis palabras y después de un rato suelto lo primero que se me viene a la cabeza.

- No te preocupes, Brujita, te prometo que iré a celebrar por los dos. Tú podrías hacer lo mismo con el inglesito ese que dices que es solo un amigo.

¿Puede que me haya comportado como un imbécil al decir que iba a salir a celebrar?

Probablemente.

Aunque estoy seguro que en su caso, ella no dudaría en seguir mi consejo e ir a los brazos del idiota inglés que tiene por amigo.

Maldita sea, no paso a ese tipo de pura presencia.

Como es de esperar, la bruja me colgó nada más sugerir que fuese con su amigo, por lo que salí de mi habitación echando chispas por los ojos.

Menos mal nadie me vio salir, porque ya me veía soltando toda la sopa del casi susto que pasamos con Kayla.