CAPÍTULO FINAL
Si alguien me decía hace un año que hoy sería la feliz novia de Alex Márquez, seguro me habría reído en su cara, pero aquí estoy, siendo una empalagosa novia y dejándome querer a partes iguales.
Claramente no éramos ni la mitad de cursi de lo que fueron Marc y Sofi en sus inicios (aún lo eran). Por el contrario, mi novio y yo éramos más de ese tipo de parejas que buscan picarse entre sí constantemente, para luego "reconciliarnos" y mejor si lo hacíamos en encuentros subidos de tono. Total, embarazados ya estábamos. Es a raíz de esto último que estos días de relajo me la pasaba babeando por mi chico. Efectivamente, seguiré culpando de todo esto a platanito... si... ese apodo me convence un poco más.
Estamos de vacaciones en una gran casa en la playa, los chicos siempre aprovechan el parón de verano para visitar la costa sur de España, y como no, este año no podía ser distinto. Alex y yo llegamos hace algunos días con unos amigos, y los recién casados se nos unieron esta mañana, después de disfrutar su semana de luna de miel en Reino Unido.
El sol da de lleno en mi rostro cuando salgo de la gran casa, por lo que busco un sombrero y me ubico en una de las tumbonas más alejadas del sol. He tenido que aprender a embadurnar mi cuerpo entero en protección solar ya que han aparecido algunas manchas en mi piel, todos dicen que es normal dado mi embarazo, pero soy una persona de piel bastante clara, por lo que estas manchas son muy evidentes. Si tan solo aparecieran de manera uniforme...
Veo a Alex y Edgar jugar con los niños, y no puedo evitar llevar mi mano a mi vientre mientras muerdo mi labio, enternecida. Mi novio se ve jodidamente sexy haciendo eso, y parece sentir mi mirada pues voltea a verme y guiña un ojo desde el suelo, justo antes que ambos pequeños se abalancen sobre él arrancándole un quejido por la sorpresa. Me carcajeo con la imagen y platanito se mueve dentro de mí.
Acaricio mi tripa distraídamente, me he acostumbrado a la sensación de aleteo en mi interior, el cual ha ido haciéndose más frecuente y notorio en los últimos días, y estoy esperando que Alex pueda sentirlo conmigo. No he querido decirle a nadie aún, creo que él merece ser el primero en saberlo.
— Mi sobrina pidió crema catalana y obtiene crema catalana – la voz de Sofi me hace desviar la mirada para encontrármela ofreciéndome el postre. Hago una mueca.
— Detesto este postre, pero platanito no deja de pedirlo, espero que pronto se termine esta fase – se lo arrebato para comenzar a comer, pero reparo en que ha mencionado que mi bebé será niña - ¿sigues creyendo que será chica?
— Estoy convencida de ello, pero no le digas a Marc, que está convencido de que será chico – se encoge de hombros – como si el hecho de ser uno o el otro fuese a cambiar su futura decisión de enseñarle a ir en moto.
— Mi bebé no irá en moto hasta los 18... - no me siento muy segura al respecto, pero si lo digo en alto parece que fuese verdad. La castaña suelta una carcajada estruendosa.
— Claro Kay, si eso te deja dormir en paz - lleva un par de uvas a su boca pareciendo una ardilla. Pienso un momento en sus palabras, retractándome de las mías cuando veo a mi chico montando a Martín en la mini moto que le ha regalado.
— Estoy perdida ¿verdad? – señalo la imagen con la cuchara haciendo que la rizada me mire con sorna.
— Oh, querida, créeme que sí.
Me quedo pensando en sus palabras mientras veo como el par de adultos son superados fácilmente por dos niños de 4 años.
~ ~ ~ * ~ ~ ~
Salgo del baño con el pijama que cada vez me ajusta más, pronto tendré que comprar ropa en la sección de maternidad como platanito siga creciendo tan rápido y cambie de fruta. Me río de mi propio chiste mental sobresaltándome y soltando un chillido al encontrar a Alex recostado en la cama observándome.
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Déjame quererte - Álex Márquez
Fanfiction¿Te detesto? Puede ser ¿Me sacas de quicio? La mayor parte del tiempo ¿Me desesperas? Efectivamente Si, todas las anteriores son ciertas. Pero aun así... Aun así, no puedo alejarme