Capítulo 14

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Al despertar esa mañana se había sentido extraño, un escalofrío recorrió completamente su espina dorsal obligándolo a enderezar su mala postura. Había dormido poco tiempo, volvió a sus viejos hábitos luego de la cirugía por lo que solo tenía dos horas de sueño encima; se levantó con cansancio y le gusta pensar que soltó un gran suspiro.

Entró al baño y se lavó la cara, vio la gran cicatriz en el costado superior izquierdo de su cara y deseó que el cabello le creciera con más rapidez para poder taparla con facilidad, ya era un gran problema haberse quedado sordo así que lo que menos necesitaba era una marca visible que le recordará su error.

Cuando salió volvió a tener ese presentimiento incómodo en su espalda, no sabía qué exactamente pero algo iba a pasar durante el día.

Bajó a desayunar y luego su hermano fue a dejarlo a la escuela, salió del automóvil y entró a la facultad con la mirada en el suelo, no se puede decir exactamente que atendió las clases pero fingió que le interesaba cuando los profesores le daban resúmenes en hojas recicladas. Durante la hora libre se la pasó metido en el baño, sus escondites comenzaban a agotarse con el paso de los días o en todo caso, su novio estaba poniendo demasiado empeño en su ruta de búsqueda y eso le generaba un debate interno.

Casi pudo jurar que lo vio pasando por afuera del lugar en determinado momento, quizá su premonición era de aquel tema. Le aterraba encontrarse de frente con Jimin, no sabía qué tipo de rostro poner o qué diablos decir, si es que podía decir algo, lo único que tenía seguro es que no podría escucharlo en lo absoluto y eso era a lo que le tenía más miedo.

Su tiempo en la escuela terminó, se quedó viendo por la ventana de su salón para detectar movimiento por parte de su pareja pero a diferencia de otros días no hubo rastro; imaginó que lo estaría esperando en la entrada por lo que salió por el estacionamiento, jugando entre el laberinto de automóviles; pudo sentir la mirada de algunos curiosos pero no les dio importancia. A veces sospechaba que se burlaban de él aprovechando su sordera pero ¿Cómo saberlo? Solo le quedaba sentirse patético y evitar las miradas.

Caminó por varios lugares hasta que de alguna manera se detuvo frente a una cafetería, recordó que en ese sitio llegó a tener pequeñas citas con Jimin; hablaban, comían y finalmente iban a casa juntos, en otras ocasiones se ayudaban con sus deberes aunque tuvieran diferentes carreras. Una triste nostalgia se instaló en su pecho y decidió que lo mejor era irse antes de que lo consumiera ese horrible sentimiento, siempre podía sentirse miserable en la comodidad de su habitación.

Estuvo a punto de marcharse cuando volvió a tener ese escalofrío y por algún motivo miró a los comensales del lugar, y lo vio.

Jimin estaba con otra persona riendo y tomando sus manos, no supo si sentirse feliz por ver que la persona que ama sigue con su sonrisa característica en el rostro o algo celoso por la confianza que tenía en otra persona. Nunca fue alguien de ese tipo, además sería algo hipócrita de su parte molestarse cuando él mismo no le ha hablado desde que salió del hospital.

Se dio cuenta que su novio era capaz de seguir adelante pese a la situación, podía reírse y desenvolverse con otras personas de forma perfecta a pesar de estar en una posición extraña siendo ignorado y dejado de lado; solo por un segundo, el antiguo jugador de béisbol pensó "le va muy bien sin mí".

Era cierto, si estaba en óptimas condiciones ahora que estaban juntos de manera distante era muy probable que estaría excelente si se llegaban a separar. De hecho ¿no era la mejor opción? Le quitaría un gran peso muerto de encima y un sentimiento de responsabilidad, sin mencionar que podría encontrar a otra persona que lo siguiera apoyando con su sueño de ser cantante. Su tiempo había terminado, era hora de dejarlo avanzar.

Se alejó de ahí, tomó una dirección distinta a su hogar y sacó su teléfono antes de subirse al transporte público; abrió el chat con el nombre de Jiminie y escribió:

"Jimin

Terminemos, esto no va a funcionar nunca más. Sigue adelante"

Lanzó el celular al fondo de la mochila no sin antes apagarlo, luego recargó la cabeza en el vidrio de la ventana, trataba de convencerse de que hizo lo correcto, tenía pensamientos como "es lo mejor, déjalo avanzar" "no es débil, va a superarlo" "encontrará a alguien mejor para él" "cumplirá su sueño" pero por dentro estaba destrozado, se sentía como un cobarde por romper por mensaje de texto pero sabía que si lo tenía enfrente sería incapaz de hacerlo. No iba a dar marcha atrás en su decisión pero era como si tirará todo lo que vivieron a la basura; justo como su oído, solo se fue de repente.

Estuvo deambulando por todas partes durante el resto del día hasta que anocheció, ni siquiera fue consciente del paso del tiempo hasta que vio como el sol se ocultaba detrás de los edificios. De alguna forma llegó a su antigua escuela preparatoria, quizá su subconsciente lo había traicionado y lo llevó al lugar donde había empezado todo, nuevamente fue invadido por la culpa "¿en serio era lo mejor?"

Le dio la vuelta a la reja y se quedó parado frente al punto exacto por donde se escapó alguna vez. Miró en todas las direcciones antes de colarse dentro de la escuela y una vez ahí recorrió los edificios y pasillos hasta aquella escalera.

Casi todo estaba como en sus recuerdos, la cadena oxidada estaba exactamente igual, pero su camino se vio impedido por butacas viejas desde la mitad de la escalera hasta la puerta. Se abrió pasó y empujó la entrada, fue una sorpresa que aún haya podido pasar por ahí a pesar del paso del tiempo.

El techo era el mismo, podría jurar que lo único nuevo era el polvo; antes de sentarse vio las palabras que escribió con Jimin la última vez que estuvieron juntos ahí mismo:

Aquí se conocieron Park Jimin y Min Yoongi

En esa ocasión solo querían dejar una evidencia de su paso por ahí, aunque nadie lo viera nunca ellos sabrían la historia. Tomó asiento y abrazó sus piernas escondiendo su rostro, trató lo más posible de no llorar pero al final lo hizo; luego de un rato trató de levantar la cabeza pero se topó con la imagen de unos zapatos frente a los suyos.

Miró al dueño sólo para darse cuenta que se trataba de Jimin. Se le quedó viendo unos segundos y pudo jurar que con una gran preocupación disfrazada con un sonrisa le dijo:

-Te encontré   




¿Qué onda, amixes? Espero que estén bien.

Vota y comenta. Dedicado a la Vieja Satánica que siempre me pregunta por la reconciliación 

Cuídense y nos leemos en el próximo capítulo 

Te escucho || YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora