De repente Inosuke abrió los ojos en un lugar inquietante, no recordaba casi nada, a duras penas recordaba su propio nombre, no sabía cómo llegó allí, ni una sola pizca de recuerdos.
Por otro lado, Tanjiro ya llevaba unas horas ahí, y estaba perdien...
Una acción que nunca pensó que haría alguna vez, pero lo acababa de hacer.
Pensó que si llegaba a suceder, tendría que coleccionar un montón de coraje y valentía. En su visión, tampoco soportaría más de 3 segundos sin esa cálida mano dañada y sudada.
A diferencia de su versión mental, se soltó rápido, incluso no lo pensó para hacerlo.
Lo que llega a hacer el 'amor por una madre' ¿En qué estaba pensando? ¿Es idiota? ¿No te das cuenta de lo horrible persona que es? ¿Por qué la sigues amando después de todos esos años?
Tanjiro no supo como reaccionar, su primer impulso fue intentar agarrar su mano nuevamente. Claramente fracasó porque Inosuke la apartó. En verdad parecía decidido.
"Inosu-"
"Tanjiro." dijo Inosuke con la actitud más decidida posible.
"Inosuke, por favor..." su voz temblaba. Se sentía realmente asustado pues su único soporte emocional estaba siendo tan irracional.
"Tanjiro."
Se miraron fijamente con la poca presencia de luz que había allí.
"Tan..ji..ro" sollozó.
"Lo siento tanto, te amo, ¿lo sabes?..." le dijo, esperando que esas fueran sus últimas palabras.
Realmente prefería morir antes que volver a abrazar a su madre. Aunque ella fuera una horrible persona, siempre estará ese inexplicable apego.
Miró a su supuesta madre.
"Mamá, ¿Dónde haz estado todo este tiempo?"
"Lo siento querido, estaba ocupada, ahora podré estar todo el tiempo que tu quieras, solo contigo, recuperaremos el tiempo perdido, mi niño."
"Mamá, me abandonaste."
"No lo hice, me obligaron a abandonarte, lo siento, sabes que te amo mucho. ¿Verdad?"
'Realmente no me gusta sentirme cómo la sombra de esta horrible mujer.'
"Mamá yo... te he extrañado tanto, apenas recuerdo algo en lo que tu estuvieras presente"
Sollozó aún más fuerte.
"Ven acá, mi niño" alzó sus brazos esperando que Inosuke se dejara abrazar de su madre.
Ah... Su querida madre.
Se acercó lentamente y con precaución, esta vez, si podía decir que había estado esperando ese momento por toda su vida, toda su bendita vida esperando ver a su madre con los brazos abiertos, dispuesta a amarlo por una vez aunque sea.
De verdad, toda su vida esperando poder estar cerca de su madre, esperando que ella se disculpara, esperando que te diera un abrazo, esperando poder llorar en sus brazos.
Esperando por una madre.
Pero aún le quedaba un mínimo de dignidad, aún si dolía mucho.
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