Capítulo 24

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Tomé el vehículo e ignoré la mirada matadora de mi hermano, cuando me dirigía al estacionamiento, me dio un sermón que claramente no escuché y ahora emprendía camino hasta el pelotón en que se encontraba Park.

El camino que se supone sería de una hora se convirtió en 3, por el simple hecho de todo el mundo haberse lanzado a las calles para comprar todo lo requerido para comer y mantenerse a salvo.

Lo pensé mucho y me detuve en un supermercado, el pelotón podría estar preparado pero aún así podrían faltar no algunas cosas.

Compré snacks, linternas, jugos, agua, comida enlatada, jabón, dulces por que en efecto si no hago nada me aburro.

Regresé al vehículo y apresuré el trayecto, ya había anochecido entre vuelta y vuelta, si encontraba algún otro embotellamiento podría llegar junto con la tormenta y eso no sería para nada agradable.

Suspiré al fin cuando llegué al lugar, entregué mi identificación y luego de revisar un vehículo y supongo llamar a mi capitán en jefe, dígase mi hermano, me dejaron pasar.

-Park Jimin ¿donde está?- había dejado todo en el vehículo para buscarlo.

-En enfermería, están ambientando todo.

-¿Y eso es en?

-Todo derecho y al fondo encontrará 3 puertas, la segunda.- agradecí y volví con mi camino.

Toqué y nadie respondió, lo tomé como indicio para pasar y encontré todo un alboroto ahí, camillas pegadas a la pared, cajas de medicina en medio. Escuchaba su voz pero no lo veía.

Luego lo hice y fruncí el ceño.

Se encontraba en el fondo frente a una camilla, explicaba lo que suponía era reanimación manual, recostada en la camilla estaba una cadete que parecía disfrutar estar muriendo porque la sonrisa en el rostro la delataba.

Habían otros 10 cadetes sentados en el suelo tomando notas, el no la tocaba. Lo que me molestaba era la forma en la que ella lo miraba.

Continuó con su explicación.

-¿Y la respiración boca a boca doctor?- maldita puta.

-Park- llamé y saludé

-Min ven aquí- señaló su mesa -Saluden a su superior- eso es perra saluda. -Túmbate- se dirigió a mi -En la respiración boca a boca el cuerpo debe permanecer totalmente...- bla bla bla.

No me interesaba lo que decía, mis ojos estaban en la perra que permanecía a su lado "prestando atención", más bien violando su espacio personal.

Mordí su labio.

Las carcajadas en la sala me dejó claro que todos lo notaron, llevó sus dedos y tocó la zona afectada mientras reía.

Relamí los míos

-Eso es todo por hoy- dice y todos se marchan. -No dijiste que venías preciosa- se acercó a mi.

-Los cadetes no vendrían, ¿tu cuarto?, me quedaré unos días. Hasta que se valla la tormenta.

-Vamos- negué

-Primero vamos al auto, traje algunas cosas para estos días. Mi ropa también está allá, quiero quitarme este uniforme.

Golpeó mi trasero y me indicó comenzar a caminar. -Es lindo aquí, pero las perras andan como moscas.- agregué al notar el como lo miraban en los pasillos.

-Solo es por novedad- y porque está muy bueno, ese puto pantalón no deja nada a la imaginación, mierda, no debí pensar en eso, ahora estoy caliente, se supone que debemos hablar seriamente.

Tomamos todo y comenzamos a caminar, nos adentramos en un cuarto muy parecido al que tiene en nuestro pelotón, pues la estructura es similar, la diferencia es que este tenía una cama un poco más amplia.

-¿Tienes más trabajo hoy?- negó, mejor de esa forma conversaremos  a gusto. -Debemos hablar- tome asiento en la cama, este continuo de pie. -Llamé al doctor, a tu doctor.- guardó silencio -Necesito que me expliques ¿quien recetó las pastillas que recibí si no fue el?

-Yoori- se pasó las manos por el pelo, estaba frustrado, yo más. -No puedes llamarme sin consultarme antes- lo miré con una ceja alzada.

-Responde Park

-No confió en el

-¿No confías en quien ha estado tratándote desde hace tres años?¿quien te ayudo a mejorar?- inquirí con incredulidad.

-No voy a arriesgar lo que tenemos

-¿Eso que tiene que ver con calcificar una receta?¿con tomar algo sin prescripción?¿con mentirme?

-No sabes lo que estás diciendo. No puedo dejarlos, si lo hago..- se calló

-¿Que pasará si lo haces?

-¡Que me voy a puto tirar todo lo que se mueva!- gritó con furia.

-Sin importarte lo que sientes por mi

-Por eso mismo debo tomarlas, para evitar eso.

-Aún cuando tu médico dice que no las necesitas

-Las necesito

-¿Porque?¿seguridad?

-Si, si con ellas me aseguro que no volveré a ser el que era las tomare de por vida.

-Leí la composición Park, te puede provocar disfunción eréctil, y lo sabes, ¡eres un puto doctor!

-Lo se

-Y aún así no te importa- asintió -Supongo que tampoco te importara que no esté más contigo.

-¿Por?- si tono era algo amenazante.

-No soy ninguna esposa abnegada unida por tres hijos y una hipoteca a la que no tengas la necesidad de retener con sexo.

-¿Eso que quiere decir?

-Qué me va a importar muy poco tu situación, no cuando se que eres tú quien la provoca, odio a los cobardes, y te estás comportando como uno.- su mandíbula se  tensó. -Quizás debería salir por ahí y conseguir un buen polvo, luego me recibirías bien ¿no?, así lo nuestro sería todo lo platónico que deseas.

Su cara me hizo arrepentirme inmediatamente de lo dicho, la forma en la que tomó mi cuello también.



Fin

Bromista amanecí, 🤡. Quise decir 1/2 😌






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