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𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲

—¿Cuándo se va a bajar del camión?—cuestionó Hannah soltando una suspiró cansado desde donde estábamos.

—Cuando vaya a dejar la entrega —respondió Trey.

—Oh, muchas gracias Trey. No sabía que se bajaría cuando fuera dejar lo que sea que lleve—dijo Hannah sarcástica.

Yo solté una pequeña risa.

—Ey, ya se está bajando—informó Cruz.

Vimos como el repartidor se bajaba, iba a la parte trasera del camión y tomaba un paquete para después cerrar las puertas de donde lo había cogido y dirigirse a un edificio.

Cuando entró nos acercamos rápidamente.
Me encargué de abrir la parte de atrás del camión para después subir a tomar algunos paquetes.

—Joder, es una tienda de tecnología—dije sonriendo.

—Nos haremos con un buen botín—dijo Trey.

Tomamos algunos paquetes y los metimos en nuestras mochilas.

—Si me llevo una tele, ¿podré correr con ella?—cuestionó Hannah, divertida.

—No creo—respondí de la misma manera.

—¡Ey! ¿Qué pasa ahí?—se escuchó desde fuera.

Vi como Hannah tomaba un último paquete antes de que comenzaramos a correr para alejarnos del camión.

—¡Corre, corre, corre!—me dijo Hannah sonriendo.

—¡Ey, volved aquí!—nos gritó el repartidor.

—¡Qué te jodan!—gritó Cruz.

—¡Estúpidos críos!—exclamó el repartidor.

Escuché la risa de Hannah haciendo que se me contagie.

Corrimos un poco más hasta llegar a un callejón.

—¿Cuántos habéis cogido?—preguntó Trey.

—Creo que cinco cada uno—supuse mirando las bolsas.

—Podríamos haber cogido más—dijo Hannah con una mueca.

—¿Veinte paquetes con smartphones dentro entre otras cosas te parecen pocos?—cuestionó Cruz.

—Vale, dicho así parece más—admitió.

—Bien, pues vamos a empezar a poner esto en venta—dije sentandome en un bordillo.

Encendí un cigarro.

—Oye, yo le debo cincuenta dólares a Freddy, y los necesito ya—informó Hannah.

—Te dije que te buscaras a otro dealer. Mi amigo Ted las vende más baratas—le dijo Trey.

—La próxima vez le compraré a tu amigo—respondió ella.

Apreté los labios, no quería que siguiera con eso, y sabía que yo en ese mismo momento lo estaba haciendo, pero ella no. No quiero que lo haga.

—Ja, ya hay cinco tipos que quieren esto—dijo Cruz.

—Las cosas robadas se venden rapidísimo—habló Hannah sentándose a su lado.

Estaba tan bonita.

Si tan solo pudiera hacer algo para que me viera como algo más que un amigo.

[...]

E

nrrollé un cigarro mientras pensaba que podía hacer para la cena, estaría solo por lo que cualquier cosa estaría bien.

𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲'𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora