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𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲

Entré a la farmacia con Hannah. Ambos fuimos al mostrador donde una señora estaba mirando su ordenador con cara de aburrimiento.

—Hola—dijo Hannah.

—¿Pastilla del día después?—cuestionó mirándonos con una ceja encarada.

—Sí—respondió ella.

—Un momento—pidió la señora antes de irse a un cuartito.

—¿Tanto se nos nota?—cuestioné.

—Qué dos adolescentes vayan juntos a la farmacia solo suele significar una cosa—dije.

—Mi primera vez y ya te voy a dejar embarazada—dije.

—Tranquilo, estás pastillas tienen mucha efectividad si las tomas en las primeras veinticuatro horas—respondió—. Además esperemos que no tengas tanta puntería—sonrió divertida.

Yo negué con la cabeza sonriendo.

—Aquí tenéis—dijo la señora.

Yo pagué las pastillas y después salimos de allí.

Tomé la pastilla y después un poco del agua que había comprado anteriormente.

—Pues ya está—dijo—. Espero que no me dé muchos efectos secundarios.

[...]

Ya habían pasado dos días desde que Hannah había tomado la pastilla, y sí, le había dado algunos efectos secundarios.

—Joder, me encuentro como la mierda—dijo Hannah cuando abrí la puerta desde su cama donde estaba tumbada.

Cerré la puerta de su habitación para adentrarme.
Dejé mi mochila en el suelo para luego ponerme a su lado.

—Hola, mi amor—dejé un pequeño beso en sus labios.

La abracé pegándola a mi pecho y deje otro beso en su cabeza.

—Siento que tengas que pasar por eso—dije—. Ojalá no se me hubiera olvidado.

—También se me olvidó a mí—dijo—. No es solo tu culpa.

Noté como cerraba los ojos disfrutando de las caricias que le daba sobre su pelo, después volvió a abrirlos.

—¿Vemos una serie?—preguntó.

—Claro, amor—dije.

Buscamos algo que ver en la televisión de su habitación.
Cuando encontramos algo interesante nos pusimos a verlo. Ella se apoyó en mi pecho y yo pasé mi brazo por la cintura.

[...]

Llevábamos un rato viendo la serie. Hannah había ido al baño, todo fue bien hasta que escuché arcadas.

Me levanté y fui al baño donde ella estaba.

—¿Estás bien?—pregunté.

—Creo que voy a vomitar—respondió.

Se agachó quedando a la altura del vater y como dijo, vomitó.
Yo le sujete el pelo algo preocupado.

—Dios mío, esto es asqueroso—dijo cuando parecía haber terminado.

—¿Te encuentras mejor?—pregunté.

𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲'𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora