•20•

244 9 0
                                    

𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲

Estaba en la caseta del dojo con Sam. Esta dejaba pequeños besos en mis labios mientras acariciaba mi cuello.

—Espera—dijo Sam rompiendo el beso—. ¿No deberíamos dirigir el entrenamiento?

—Sí. Pero, con tu abuela en casa nunca podremos estar solos—respondí.

—Tendremos que contárselo a mis padres—dijo—. Y lo más importante es contárselo a Hannah también. Aunque con respecto a lo de mis padres, creo que no es buen momento; se han peleado.

Yo asentí repetidas veces.

—Pues ya habrá ocasión—respondí.

Ella sonrió antes de volver a besarme, pero ese beso fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose bruscamente.

—No os preocupéis, seguid, solo voy a dejar esto—dijo Hannah.

La miré confuso.

>>¿Creíais que no lo sabía? Lo supe desde el primer beso que os distéis, bueno creo que es el primero; igual lleváis haciéndolo meses y yo estaba aquí como estúpida.

Ambos nos quedamos callados.

>>¿Os habéis tragado las lenguas entre vosotros de tanto beso? ¿O qué?—miró a Sam—. Creía que eramos amigas.

—Sí. Y lo somos, pero...—contestó Sam.

—No, no lo somos. No vas a liarte con mi novio y voy a seguir siendo tu amiga, sería demasiado estúpido por mi parte—la interrumpió.

Nos miró un momento en silencio.

—Sam, puedes dejarnos solos un momento—pidió a lo que ella asintió.

Sam se levantó y salió por donde Hannah había entrado.

—¿No vas a decir nada?—me preguntó.

No sabía que decir.

—Yo... soy un idiota—dije.

—Lo eres—aseguró.

—Lo siento, pero...—empecé a decir.

—¿Es más guapa que yo? ¿Más perfecta? ¿Tiene más dinero? Ya sé eso, ya se que te gusta. Sé que quizá te has enamorado de ella, pero no puedes hacer esto, no debes.

>>Yo no te obligo a estar conmigo. Si ella te gusta me lo dices y yo os dejo en paz y nosotros tan amigos. Pero, ponerme los cuernos... has decidido que eso era lo mejor, por alguna razón la cual yo no entiendo. Pero lo único que has conseguido es que no vaya a confiar en ti más. Has jodido nuestra relación, pero no solo eso, también has jodido nuestra amistad.

Mierda.

>>Has vuelto ha romper a tu mejor amiga, que lo sepas, y posiblemente, aunque no lo creas de peor forma que Hoffman; porque la diferencia es que él solo me atraía, pero yo estaba... estoy enamorada de ti.

>>Pero ya da igual. Dan igual todos los besos, todos los te amo, todas las citas porque ahora solo puedo pensar que ninguna fue de verdad.

—Sí lo fueron te lo juro. No sé en qué momento se me pasó por la cabeza lo de Sam. Tú me gustas mucho—respondí.

—Te gusto, pero no estás enamorado. Y no te voy a obligar a estarlo—dijo.

Joder, no puedo dejar de cagarla.

Hubo un silencio entre nosotros.

—De verdad espero que os dure más de lo que lo nuestro ha durado—dijo—. Pero, ella nunca te amará ni la mitad de lo que yo lo hago.

Sus ojos se aguaban cada vez más debido a las lágrimas acumuladas.

Joder.

Un sollozo se escapó por su boca.

Mierda, mierda.

—No te vayas así, por favor—pedí.

Ella se giró y comenzó a caminar en dirección a la puerta.

—¡Hannah!—la llamé, pero comenzó a caminar más rápido hasta que la perdí de vista.

Tanto tiempo intentando que se fijara en mí y ahora voy y le hago daño.

No amo a Sam, la amo a ella.

18•12•2022

𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲'𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora