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𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲

-Ya lo tengo todo pensado-expliqué-. Eddie trabaja en TechDown me dará su camisa y yo entraré.

-Es un plan genial-dijo Cruz.

-Sí, ¿pero Eddie no pide nada a cambio de poner en peligro su puesto de trabajo?-cuestionó Hannah.

-Una parte de lo que ganemos-respondí.

-Pero, si repartimos lo que vale un ordenador entre cinco personas nos vamos a quedar sin casi nada-habló Hannah de nuevo.

-No os preocupéis, tengo una idea para eso-dijo Cruz sonriendo.

Llegamos donde se encontraba Eddie.

Me dio su camiseta.

-Sé rápido-me dijo Eddie.

-Tranquilo, sé lo que hago-aseguré.

Entré y fui al mostrador para esperar a que viniera alguien.
No tuve que esperar mucho cuando un hombre entró.
Fingí mi mejor sonrisa al ver que había llegado hasta donde yo estaba.

-Se ha estropeado-dijo directamente dejando un portátil sobre la mesa-, están las fotos de la boda y algunos viajes, mi esposa está molesta.

-No se preocupe, lo miraremos-dije abriendo el portátil-. Quince pulgadas, es una buena máquina-dije sonriendo al saber lo que vamos a ganar con él.

Empecé a explicarle algunas cosas que sabía sobre ordenadores a lo que el señor me puso cara de no entender nada.

-Si voy a Starbucks y vuelvo en una hora, ¿estará?-preguntó.

-Perfecto, pero una cosa más-lo detuve-, ¿cuál es la contraseña?

Ya casi lo tenía.

-Oh, es "contraseña"-dijo.

Reí falsamente.

-La mía es "1 2 3 4"-dije con mi sonrisa falsa todavía en la cara.

-Bien, gracias-miró la tarjeta donde estaba "mi" nombre-... Eduardo.

Esperé a que se fuera para volver donde estaban mis amigos.

-¿Qué traes?-preguntó Cruz.

-Uno de quince pulgadas-dije levantando el portátil.

-Genial-dijo Trey.

-Gracias Eddie-dije dándole su camisa-. Ya te daré tu parte.

-Nos veremos algún día ¿no Hannah?-le preguntó a la nombrada.

-Ya te avisaré-contestó ella.

Los miré con el ceño fruncido sintiendo como el cuerpo entero me ardía de la molestia.

¿Cómo él lo podía conseguir tan rápido?

-Disimula un poco mejor-dijo Cruz riéndose de mí.

-Si tanto te gusta, ¿por qué no se lo dices?-le siguió Trey-. Además lo tienes asegurado, ya os habéis besado en algunas fiestas.

-Lo único que hacéis es celaros entre vosotros-continuó Cruz-. Pero, haz lo que quieras-dijo golpeando mi espalada amistosamente.

-¿Qué cuchicheais?-preguntó Hannah.

-Los celos de nuestro amigo-dijo Trey riendo, Hannah nos miró encarando una ceja.

Gracias por ser tan discretos.

Trey y Cruz tomaron sus skates y comenzaron a irse, Hannah se acercó a mí.

-¿De verdad crees que quedaré con él?-preguntó, pero yo no contesté-. O sea que sí lo crees-llevó una mano a mi mejilla y la acarició-. No te tienes que poner celoso-dijo para después subirse a su skate.

¿Qué coño significa eso, Hannah?

Después de unos segundos repetí su acción y subí a mi skate.
Avancé un poco y una hoja amarilla en el suelo llamó mi atención. La tomé y la miré molesto.

-¿Ahora quieres hacer kárate?-preguntó Trey, burlón.

-No, es mi puto padre-dije molesto para después tirar la hoja y continuar con mi camino.

[...]

—O sea, que tu madre se ha enterado hoy de que drogas—recapitulé.

—Aja—afirmó Hannah—. No recordé esconderlas bien.

Quizá ahora el momento de decírselo.

—Estaba pensando que quizá deberíamos tratar de dejar las drogas—dije—, no todo de golpe, poco a poco.

—Ya pero, no puedo....—dije mirando el sofá.

—Lo sé, yo así en frío tampoco, pero con el tiempo verás que sí—dije acariciando su brazo tiernamente.

Sabía lo que le iba a costar, pero era un gran paso después de todo lo que había pasado.
En parte, me sentía culpable por lo de Hoffman. Desde un principio yo lo supe todo. Desde el primer beso hasta el último, pero nunca hice nada para detenerla. Sí le decía que tuviera cuidado ya que él era un hombre de avanzada edad y no sabíamos exactamente sus intenciones, pero nunca la detuve.
Aunque por otra parte, sí es cierto que ella siempre omitía las partes en las que Hoffman abusaba de ella o le golpeaba.

—Bueno...—accedió finalmente

Cuando escuché que accedía la rodeé con mi brazo y besé su mejilla. Ella me abrazó de vuelta y cuando se separó me miró a los ojos, amaba sus ojos tenía distintas tonalidades de marrón, me transmitían tranquilidad.
Besó mis labios, y como siempre que alguno de los dos hacía eso, a ese beso le siguieron unos cuantos más y como mucho nos acariciabámos un poco sobre la ropa, pero nada más.

Siempre nos quedábamos ahí.

Siempre nos separábamos y hacíamos como si no acabáramos de comernos la boca.

Ella me dio un pequeño beso antes de separar nuestros labios y juntar nuestras frentes.

He de admitir que me encantan estos pequeños momentos con ella, pero me confunden bastante.

—Gracias por estar siempre conmigo —murmuró.

—Gracias a ti, Hanny—dije de la misma manera.

Noté como se iba a incorporar para volver a tomar su posición en el sofá, antes de eso yo le di un pequeño beso en los labios a lo que ella me sonrió.

—¿Qué película vamos a ver hoy?—preguntó.

—El otro día vi una que me llamó la atención, a lo mejor la encuentro—informé.

A esto es a lo que me refería.

[...]

Después de llevar un rato de película noté como ella ya no comentaba nada por lo que la miré para darme cuenta de que ya estaba dormida.

Tomé una manta y la tapé.

Estaba tan preciosa.

—Si supieras lo linda que te veo siempre—murmuré.

—¿Rob?—cuestionó ella medio dormida.

Mierda.

—Dime—dije agachándome para estar a su altura.

—¿Dónde estoy?—cuestionó todavía medio dormida.

Respiré aliviado.

—Estás en mi casa—respondí mientras acariciaba su brazo—. Tranquila, duérmete.

Ella asintió con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa.


Sé que este capítulo no tiene muchas cosas nuevas, lo siento.
Publicado el 08•10•2022

𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐨 𝐋𝐨𝐯𝐞 || 𝐑𝐨𝐛𝐛𝐲'𝐬 𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora