Treat Her Right - EUNKOOK +18

Capítulo 7

—¡No soy tu cariño! ¡Nunca seré tu maldito cariño!

Jungkook le acarició la parte interna de la muñeca hasta el codo.

—Imagino que tus celos son una buena señal. Al menos sé que no estás siendo sincera cuando dices que no te interesa.

Eunbi agarró las fotos y las blandió delante de él.

—Como ves, las fotos están hechas en papel brillante y con fondos naturales...

—Yo entiendo que en cuanto me digas cuáles son tus problemas, podremos intentar superarlos entre los dos.

Ojalá pudiera conseguir ayudarla a hacerlo. Jungkook tenía ya unas cuantas sospechas, y eso lo hacía estar nervioso y preocupado.

—Estoy dispuesto a ser paciente —añadió con amabilidad—. Sé que me volveré loco, porque te deseo más que a nada en el mundo, pero supongo que merece la pena esperar por ti.

Eunbi hizo trizas una de las fotos y al momento siguiente se quedó mirando lo que había hecho con los ojos muy abiertos, claramente horrorizada.

—¿Tienes otras copias?

Ella asintió.

—Sí...

En ese momento se acercó el camarero con cautela.

—Esto... aquí tienen las bebidas, y si están listos para pedir...

Jungkook recogió las fotos. Eunbi parecía un poco atontada y él le frotó la piel delicada de la muñeca para tranquilizarla.

Ella miró al camarero.

—Yo tomaré la sopa y una ensalada.

—Sí, señora —dijo el camarero mientras apuntaba rápidamente en su libreta.

—Yo una hamburguesa con todo, doble de patatas fritas y un batido de chocolate malteado —miró a Eunbi—. ¿Estás segura de que solo quieres sopa y ensalada?

Eunbi estaba demasiado aturdida para contestar, y Jungkook cerró los menús y le dijo en voz baja al camarero que eso sería todo.

Buscó sus pies y los encerró entre los suyos. Ella lo miró.

—Todo está bien, sabes.

—No —sacudió la cabeza—. No está bien.

—¿Por qué?

Él le tomó la mano y, cosa rara, ella no la retiró. Incluso lo agarró con fuerza.

—Me estás confundiendo, Jungkook. No quiero sentirme así.

—Es bueno estar confusa. Quiere decir que tal vez todo esto te afecte al menos un poquito.

—¿Todo esto? —dijo con expresión escéptica.

—Esta química sexual, esta atracción repentina, llámalo como quieras.

Eunbi pareció volver un poco a la realidad.

—¿Acaso tengo cara de tonta, Jungkook, o te parezco tan inocente? ¿O te has olvidado de que ya me has dicho lo que quieres y por qué?

—Eso era lo que quería al principio.

—Ah... ¿Y ahora tus motivos son más altruistas?

—No, ahora te conozco un poco mejor, te he olido y me he reído contigo.

Eunbi se indignó visiblemente.

—¿Que me has olido?

Jungkook le presionó levemente el punto de la muñeca donde el pulso latía alocadamente.