Capítulo 15

233 26 1
                                    

Una hora después, Eunbi se sentía envuelta en un halo de sensualidad. El corazón le latía muy deprisa, tenía la piel sensibilizada, y sentía un tirón en las entrañas y en los pechos...
Los tenía tan sensibles que apenas podía soportarlo.

Pero Jungkook solo la besó.

Eunbi pensó que era maravilloso no tener que preocuparse de si se pondría o no tensa, de no tener que fingir. Sabía besar y disfrutaba de ello. Pero al mismo tiempo le resultaba frustrante,
porque por mucho que se excitara, por mucho que deseara que él la acariciara un poco más, Jungkook no quería romper su palabra. Se besarían y eso sería todo; de modo que intentó relajarse y disfrutar de él.

Desgraciadamente, lo de relajarse era imposible.

—Jungkook —Jadeó mientras él le mordisqueaba el lóbulo de la oreja y le metía las manos por debajo del albornoz para acariciarle el vientre.

—¿Sí, cariño?

Mmm. Aquel modo de decirlo la excitó aún más.

—Cuando dijiste que me besarías... ¡Ah...! –exclamó cuando él le deslizó la punta de la lengua en la oreja, haciéndola temblar.

—¿Cuando te dije que te besaría? —Jungkook le lamió el cuello con suavidad y continuó hasta el hombro.

—Pensé que solo te referías a besarme, ya sabes, en la boca.

—Me encanta tu boca —murmuró, y pasó a regodearse con sus labios durante al menos dos minutos sin respirar, hasta que Eunbi sintió que perdía la consciencia.

Le desabrochó el cinturón y le abrió el albornoz.

—Quiero que te quites esto —Jungkook la miró con deseo y sonrió—. Me encanta tu pijama.

Eunbi se miró. El pijama termal era suave y caliente, en tono amarillo pálido con pequeñas margaritas. Jungkook no le había pedido que se desnudara, sino que le había elogiado su pijama.

Eunbi se avergonzó un poco, hasta que Jungkook se levantó, se quitó la camiseta y la tiró a los pies de la cama.

—Quiero sentir tus manos acariciándome —le explicó—. ¿Te parece bien? ¿Estás bien?

Eunbi se quedó mirándole el pecho musculoso, lleno de pringue negra que aún no se le había quitado.

—Sí, estoy bien.

—Tócame por donde quieras —dijo mientras se inclinaba sobre ella para besarla de nuevo.

Eunbi sabía besar, pero aquello era más que besar. Era un contacto cuerpo a cuerpo. Eran su aliento cálido y su lengua suave, que la excitaba tanto que Eunbi no se lo habría imaginado jamás.
Todos los hombres que había conocido ya la habrían presionado llegado ese momento, intentando convencerla con argumentos pobres y caricias no deseadas.

Pero Jungkook no. Tenía unas manos grandes que se paseaban por todo su cuerpo, por sus brazos, sus hombros, a veces agarrándole la cara con ternura, y otras acariciándole los muslos de manera sugerente. Todo lo que hacía iba dirigido a darle placer, a conseguir que se sintiera cómoda.

Parecía saber lo que ella sentía antes de que ella misma consiguiera entenderlo. Si se ponía aunque fuera un poco tensa, él cambiaba la dirección de sus caricias. Si jadeaba de placer, Jungkook intensificaba sus esfuerzos.

Le encantaba que le tocara el vientre. Pero Jungkook no acercaba las manos al lugar que tal vez los empujara más allá de los besos.
Así que el resultado fue que Eunbi acabó muy caliente.

—Jungkook, por favor...

—¿Por favor, qué? Dime lo que quieres.

—Tengo miedo de decirlo —añadió.

Treat Her Right - EUNKOOK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora