CAP 5

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Greta no sólo está viendo la taza de plástico tirada, sino también al muñeco, sentado sobre la encimera. Hace pequeños quejidos, tiene miedo.

_ Oye... ¿Estás bien? - pregunta Malcolm preocupado.

_ Es... el... m-muñeco... - responde ella, tartamudeando.

_ ¿Qué? ¿Qué pasa con él?

Greta respira un poco y trata de hablar con más tranquilidad.

_ Antes estaba en su habitación y ahora está aquí conmigo, en la cocina.

_ Ouch - él susurra para sí mismo.

_ ¿Qué? ¿T-tú sabías que esto iba pasar? ¿Que él iba a moverse?

_ Umm.... Pues..... ¡Bueno eso no importa ahora! - cambia de tema - mañana iré a verte, ¿de acuerdo? Y mientras tanto tú sigue las reglas. Te prometo que todo estará bien.

_ ¿De verdad lo prometes?

_ Sí, confía en mí.

_ De acuerdo... Gracias Malcolm - responde Greta con una leve sonrisa.

_ Sí, Mañana ¿Ok? - vuelve a repetir.

_ Sí - ambos terminan la llamada.

Dirige su mirada nuevamente hacia el muñeco. Se acerca a éste:

_ Ok Brahms... Cumpliré con tus reglas - dice en un tono suave. Luego sale de la cocina y sube las escaleras.

Llega y entra en la habitación y toma la lista de reglas. Sale y baja las escaleras. Luego de haber descendido, camina lentamente hacia la cocina.

Mira al muñeco y luego la lista. La chequea completa:

_ Creo que poner música fuerte será lo primero que voy a hacer.

Sale de la cocina y camina hacia la sala en donde se encuentra el tocadiscos. La música que escuchó desde el principio ya había terminado hace rato, por lo que debe poner otro disco. Saca éste y lo guarda en una caja, donde hay otros tocadiscos. Toma uno nuevo

Camina hacia el tocadiscos y lo coloca allí. La música empieza a sonar. A medida de que avanza el sonido, va aumentando su volumen, hasta el punto de que las ondas sonoras reboten por toda la casa.

 A medida de que avanza el sonido, va aumentando su volumen, hasta el punto de que las ondas sonoras reboten por toda la casa

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_ ¡Esto es horrible! - piensa, pero no puede hacer nada. Así le gusta a Brahms... bien alta.

Sale de allí caminando lo más rápido que puede. De lo contrario caerá en la tentación de apagar aquella música tan molesta para sus oídos.
Se adentra en la cocina:

_ Ya está Brahms. Música alta - dice tomando nuevamente la lista. Las manos le tiemblan un poco. Le parece muy extraño estar hablándole a un muñeco. Es como una película de de misterio o algo así.

_ Ahora... Deberíamos comer, pero... - dice mientras mira la encimera, vacía.
¿Cómo se supone que va a cocinar sin comida?

Sin embargo ahora dirige su mirada hacia la lacena ¡Toda la comida está allí!
Greta jura no haberla visto almacenada ahí. Cuando desapareció no pudo encontrarla en ningún lado. Y ahora...

De todos modos se alegra

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De todos modos se alegra. Por fin podrá almorzar, cenar, lo que sea.

Se acerca a la mercadería. Toma ingredientes como una caja de huevos, aceite de girasol, sal, pimienta y pan rallado, y los deja sobre la encimera.

Pero justamente en la encimera está Brahms, sentado. Greta no quiere moverlo de su lugar. Teme que eso lo moleste.
Empieza a preparar la milanesa como puede. Pero cuánto más de los ingredientes utiliza, más espacio necesita, y el muñeco cubre una gran parte de la mesa...

Brahms el niño 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora