CAP 10

858 58 0
                                    

Greta despierta y se reincorpora, todo fue una pesadilla. Pasó la noche en la habitación de Brahms, ahora ya es de día. El libro ya no lo tiene en las manos, está en el suelo. Dirige su mirada hacia el muñeco, que está acostado y tapado con la frazada hasta el cuerpo, sin cubrir la cara.

Se decepciona. Es decir, no del estado de Brahms, sino porque no pudo terminar de leer la historia.

_ Lo siento Brahms... - dice mientras levanta el libro y lo deja en la mesita, luego destapa a Brahms y lo sienta en la cama.

Sale del cuarto y se dirige al de ella. Toma su celular para ver la hora: 9:10. Se refriega la cara. En su bolso toma cosas como el cepillo de dientes y su ropa casual y se va al baño. Cuando sale se acerca lentamente a la habitación de Brahms.

Observa al muñeco y luego el armario. Se acerca a éste y..

_ Hola Greta - saluda Malcolm a sus espaldas.

Greta se voltea asustada

_ Oh eres tú - forzando una sonrisa.

_ Lamento haber llegado así de golpe. Sólo quería saber si estás bien.

_ Sí sí, estoy bien - se voltea hacia el armario.

_ Qué bueno. Es que ya te habrás dado cuenta de que Brahms es muy juguetón.

_ Sí... - confirma mientras saca la ropa que le pondrá a Brahms.

Una vez que termina de cambiarlo, baja las escaleras y va a la cocina. Malcolm la acompaña. Allí desayunan junto al muñeco.

_ Lamento no haberte explicado nada ayer sobre Brahms. Debiste sentirte extraña.

_ No hay problema. Y hablando del tema, ¿Podrías explicarme aquella pintura donde hay un señor y una señora con un niño?

_ Claro - se acomoda en su silla - Los que viste allí son los padres de ese niño. Ese niño es Brahms.

_ ¿Cómo? - pregunta confundida.

_ Brahms era un niño normal, de carne y hueso, cómo tú o como yo, y tristemente murió en un incendio. El muñeco apareció poco tiempo después. Creemos que el alma de Brahms está en él.

_ Oh... - Comprendiendo.

El sonido del teléfono llamando en la cocina los interrumpe. Greta camina rápidamente hacia éste y lo atiende:

_ ¿Hola?

_ Hola Greta soy Sophia. Quería nada más saludarte y saber a qué hora vas a volver a casa.

_ Oh... - dirige su mirada hacia Malcolm - sobre eso...

_ ¿Qué?

Greta no tiene valor para hablar ¿Ahora qué le dirá? ¿"Brahms el muñeco tiene el alma de un niño por dentro"? Eso asustaría a la chica.

_ Espera un momento,¿Sí? - le pide Greta

_ Uuum está todo bien? - pregunta Sophia, pero Greta ya había alejado el teléfono de su oreja, no puede oírla.

_ Es mi hermana - le dice a Malcolm - quiere que vuelva a casa - dice tímidamente.

_ ¿Por qué? - pregunta el chico.

Greta no responde.

_ Bueno, obviamente es tu decisión, pero te advierto que eso va a poner muy triste a Brahms. Y lo digo porque él es sólo un niño.

_ ¿Greta? - sigue preguntando Sophia desde el otro lado del teléfono.

Greta vuelve a poner el teléfono en la oreja.

_ Olvídalo, me quedaré.

_ Oh ok pero, ¿Por qué cambiaste de opinión?

_ Brahms es un niño después de todo. Además valdrá la pena, lo digo por el dinero.

_ Mm ok, aunque me preocupa que te vuelvas loca por cuidar de un muñeco...

_ Ay, ¿qué dices? Confía en mí, no es la gran cosa tampoco.

Ok pues... Llámame luego.

_ Claro, cuídate.

Finalizan la llamada

Greta vuelve a sentarse enfrente de la mesa y con Malcolm siguen desayunando.

Al terminar, Greta sale de la mansión junto a Malcolm para limpiar las trampas de ratón. El muñeco va con ellos. Tiene puesto un impermeable. En cambio Greta lleva un abrigo y unos guantes.

Mientras Greta saca a los roedores de sus trampas, Malcolm sostiene la bolsa de basura, en donde luego los tirará

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras Greta saca a los roedores de sus trampas, Malcolm sostiene la bolsa de basura, en donde luego los tirará.

Terminan la tarea y vuelven a la mansión.

_ Bueno, yo volveré a mi casa - dice Malcolm.

_ Claro - sonríe.

Malcolm se aleja de Greta sin apartar su mirada de ella, ni dejar de sonreír. Claramente Greta le importa.

Greta lo saluda con la mano mientras lo ve alejarse cada vez más y más de la mansión. Cierra la puerta principal lentamente.

De pronto le agarra una buena vibra, como si su repartidor le hubiera dado energía sin hacer nada...

Brahms el niño 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora