_ ¡Aig, qué susto me diste! Bien, ¿qué haremos ahora? Yo tengo hambre, ¿Por qué no desayunamos? - le pregunto con una sonrisa forzada.
_ Sí - contesta él.
_ Vamos... - me acerco a la escalera y juntos la bajamos.
Pasan unos minutos y me encuentro poniendo un saquito de té en mi taza y en la de Brahms.
_ ¿Te gusta el té, verdad - me volteo hacia Brahms. No me responde - tomaré eso como un sí.
Pasan unos minutos y suena el timbre del horno. Me acerco a él y abro la puertita, sacando unas deliciosas medialunas. Las dejo a un lado de la encimera y pongo agua caliente de la pava en las tazas. Me acerco con la bandeja a la mesa y reparto las tazas entre él y yo. Dejo las medialunas en la mesa y me siento en una silla.
Mientras como una medialuna con gran placer, veo que Brahms sólo mira su plato._ ¿No comes? - Brahms niega con la cabeza
_ ¿Por qué?
_ No quiero... mostrar mi cara - dice con tono desanimado.
_ Umm... ¿Pero qué tan mala debe ser tu cara para que quieras esconderla? Yo no juzgo a nadie...
Él me mira y de pronto se levanta de la mesa y se retira sin decir una palabra. Escucho que sube la escalera.
La verdad no entiendo qué le pasa. Termino mi desayuno y recojo mi taza y las medialunas. Las dejo sobre la encimera. Vuelvo al desayuno de Brahms y pienso qué hacer con él. Podría poner todo en una bandeja y llevárselo. Sí, eso haré. Me volteo y tomo una bandeja de los muebles y en ella pongo la taza con algunas medialunas. La levanto y camino cuidadosamente fuera de la cocina. Miro la escalera a distancia y voy hacia ella.
Al llegar veo a Brahms sentado en uno de los escalones. Parece algo ansioso._ Brahms... aquí te traje tu desayuno - le muestro la bandeja y subo algunos escalones. Él me mira - si no quieres que te vea comer entonces te daré privacidad - Brahms mira la bandeja por unos segundos y luego la toma rápidamente - me volteo y bajo los escalones. Me dirijo rápidamente hacia la cocina.
Al llegar camino hacia la mesa y me siento en una silla. Lágrimas caen de mi rostro. Esta relación que tengo con Brahms es tan extraña. Nunca se comparará con la de mis seres queridos. Los extraño mucho...
Pasan unos minutos, no sé cuántos y de pronto escucho pasos apresurados bajando la escalera. Abro grandes los ojos. Aparece Brahms. No trae la bandeja consigo.
_ ¿Brahms? ¿Y la bandeja? - me señala con un dedo apuntando a las escaleras - ¿Por qué no la trajiste? - sin respuesta. Suspiro y con pasos vagos salgo de la cocina y camino hacia las escaleras.
No me gusta que se comporte de forma infantil. Desde que lo conocí a través del muñeco, ya venía comportándose como un niño: escondiéndome la mercadería que traía Malcolm, no dejarme ir de la mansión, obligarme a vestirlo y ahora esto. Es alguien bastante inmaduro.Una vez recogí la bandeja de la escalera, regreso a la cocina. Saco de ésta la taza y el platito de las medialunas y los lavo en el lavaplatos. De paso lavo mi taza también.
_ ¿Y ahora qué Brahms? ¿Hay algo más en la lista que quieras hacer? - pregunto con sonrisa falsa y sin voltearme.
De pronto escucho sus pasos acercarse y tomarme de la muñeca. Me aleja del lavaplatos.
_ ¡Brahms no! No termine de lavar y además el grifo quedó abierto - por supuesto que no me da ni una pizca de atención a lo que le digo y sigue su camino.
Llegamos a la sala del tocadiscos._ ¿Música? - le pregunto, él asiente y yo suspiro como respuesta.
Me acerco a la caja de discos.Escojo el primer disco que veo y acercándome al tocadiscos lo coloco allí. Empieza a sonar una música, que por cierto es aburridísima.
Al voltearme veo a Brahms sentado en un pequeño sillón con los ojos cerrados y contemplando la música. Aprovecho para alejarme de la sala e ir a la cocina para terminar de lavar las tazas y cerrar el grifo. Por suerte Brahms no se dió cuenta y pude salir de allí y alejarme de esa música.Hago lo que dije: lavar los platos. Y justo cuando cierro el grifo y me volteo me topo con Brahms mirándome. Me asusto y él vuelve a tomarme de la muñeca y a llevarme con él. Me equivoqué, sí se dió cuenta.
_ Brahms... ¿Qué quieres que yo haga en esa sala? No me gusta esa música ¿Ok?
Brahms se detiene y me mira. Su cara parece enojada o algo así.
_ Lo siento, no quise decir eso - ni bien termino de decirlo y se voltea y sigue caminando.
Llegamos al salón y hace que me siente a su lado en ese sillonsito. Es muy incómodo porque además de estar apretada, estoy muy cerca de él. Y para colmo me queda escuchar la melodía del tocadiscos. Esta es la más aburrida de todas las que puse. Tanto así que empezó a agarrarme sueño. Lentamente mi cabeza se baja sóla y mis ojos se cierran. Los abro de pronto pero nuevamente se cierran, hasta que...
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Brahms el niño 2.0
FanficGreta es una joven de 19 años que vive con su hermana y su hermanito. La suerte no parece estar de su lado ya que no encuentra un empleo. Sin embargo, conocerá la mansión la mansión Heelshire, la cuál será una gran sorpresa que no se esperará. ¿Qué...