Otro día donde me tocaría lidiar con el fastidioso de lee, y lo que lo hace más insoportable es que me gustaba y cada que nos molestabamos mutuamente solo pensaba más allá haciéndome caer en la realidad, solo somos amigos y solo soy la persona que ama sacar de quicio a su antojo.
—"Llamando a tierra"— pasan unas manos cerca de mi cara haciendo reaccionar.
—"¿Me decían algo?".
—"Ya es la segunda vez que te pierdes ¿En qué tanto piensas?"— muevo mis labios pero una voz me interrumpe.
—"Obviamente en mi como siempre"— siento un brazo en hombro y lo tumbó enseguida.
—"Ya quisieras Lee, no todo gira a tu alrededor".
—"Si se trata de mi molestándote si"— responde con una sonrisa en su rostro. Si boba y linda sonrisa.
—"Yo no los entiendo a ustedes dos, a veces parecen novios".
—"Es solo Lee amando hacerme la vida imposible"— respondo lo más seria posible.
—"Bueno lo acepto me encanta molestarte"— dice con una sonrisa y giñando su ojo a mi dirección. Al decir aquello se aleja de nosotras estando solo las tres.
—"Pienso a creer que si le gustas".
—"Claro que no, ya lo escuchaste solo le gusta molestarte".
—"No sé porque es solo contigo ese comportamiento, felix es muy atento con los demás pero cuando te ve a ti es como si corriera a ti"— sentía mi corazón latir a mil pero necesito calmarme no es real.
—"No creo".
Después de aquella charla nos retiramos a buscar nuestras pertenencias al salón de clases, ya era nuestro momento de partir y poder descansar un poco algo que no podría hacer, por mala suerte nos mandaron el día de hoy un trabajo en grupo y me había tocado con Lee o tal vez no era tan malo.
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Me despido de mis amigas con la mano y voy en busca del pecoso, camino lo más rápido posible y al estar en la cancha intento buscarlo con la mirada, al encontrarlo grito en su búsqueda.
