2.

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Cuando finalizaron las clases, Poppe alistó sus cosas en su mochila lo más rápido posible, para ponerlas en su casillero.

Pues quería irse de un vez de la escuela y poder relajarse en su casa.

Por lo que en pasos rápidos, salió de su clase y fue a los pasillos.

Encontrándose con su hermana que estaba guardando sus cosas.

—Esperme enana, recién voy a guardar mis libros — dijo el rubio, mientras se dirigía a su casillero a guardar sus cosas.

Sacándole una mueca a la chica, pues no le gustaba que la llamarán de es forma.

—No soy enana, idiota — murmuró, golpeandole el hombro derecho

Sacándole una risa a este.

Para luego prestar a tención a su casillero abierto.

Notando algo diferente en este, pues había una carta blanca frente de ella.

Por lo que sin pensarlo dos veces, la agarró y la abrió rápidamente.

—Porfavor, ven al patio del colegio mañana, después de las clases—

Atte: K.

¿Pero que mierda? Bueno al menos el desconocido tenía bonita letra.

Además esto parecía más bien una confesión de amor.

—¿Que dice? — pregunto marifa, acercándose a su hermano mayor.

Haciendo que esté se alejara de ella con un pequeño gruñido.

—No mires, chismosa... — le contesto este, para luego guardar a carta en su bolsillo.

Eh irse así casa con a duda de quién era esa persona.

—¿Que decía esa carta? — pregunto nuevamente una voz femenina

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—¿Que decía esa carta? — pregunto nuevamente una voz femenina.

Sacadole de sus pensamientos al rubio, que no estaba en sus cinco sentidos y tampoco de muy buen humor.

—¿Por que preguntas? — pregunto algo desconfiado.

—Porque no has tocado tu cena — respondió ella.

Haciendo rodar los ojos a Poppe por ello.

—Bueno tampoco es como si la cena se viera tan apetecible — respondió este con un tono algo brusco.

Poniendo un silencio algo tenso e incómodo en la mesa.

—Sabes que no tenemos mucho dinero y nos mantenemos solos — contestó marifa, pues la hizo enojar el modo brusco que hablo su hermano.

Para luego recoger su plato e irse.

Sacándole un suspiro al rubio, pues por un lado su hermana tenía mucha razón.

—Demonios — murmuró este.

El apetito se le fue con esa pequeña discusión, por lo que tiro la poca comida que había en su plato y se fue a su habitación.

Hoy sin duda no fue un buen día del todo.

Hoy sin duda no fue un buen día del todo

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Intentaré actualizar seguido.

Niño rico // popkedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora