4.

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Tanto Poppe cómo kedamono estaban callados sin decir ninguna palabra.

Pues el rubio aún no podía creer lo que había escuchado y tubo que pensar en como rechazar al más bajo sin lastimarlo.

Exacto, lo iba a rechazar, pues seamos sinceros al rubio le gustaba otra clase de personas.

Pero no queria verse como el tipo malo de la historia.

Por lo que pensó en ser sincero con sus palabras y hablarle pero fue interrumpido por el contrario.

—Y-yo, AhM, te puedo hacer muy feliz, puedo darte lo que quieras — susurró avergonzado por sus palabras.

Y eso fue sufriente cómo para que Poppe recordara lo que su hermana le dijo.

"Puedo darte lo que quieras"

Vaya entonces no era mentira, realmente era toda un niño rico.

Y bueno tampoco es como si estuviera económicamente bien.

Su casa, su ropa, su alimento, realmente era un gasto enorme para el y para si hermana.

Oh, espera, le acaba de venir una idea, era tan buena como mala para el rubio, pero no estaba seguro.

Pero realmente necesitaba una vida mejor.

Dios, no podía creer lo que iba a decir.

Tu también me gustas — hablo finalmente el rubio, sorprendiendo al más bajo.

Pues este no esperaba ser correspondido por el bonito rubio que tenía alfrente.

—¿E-enserio? — pregunto aún sin poder creerlo.

Por lo que Poppe asintió levemente, para luego acercarse a la mejilla del contrario y besarla.

Haciendo que esté se sonrojara fuertemente por la acción.

Pues el rubio quería hacer pensar al pelo morado que realmente sentía atracción por el.

¿Eso sería lo suficientemente creíble para el niño rico, no?

—A-ahm... — suspiro el más bajo, mientras tocaba su mejilla roja.

Ja, quien lo diría es muy fácil de engañar.

Esto será completamente sencillo.

Después se esa declaración de amor, Poppe tuvo que pasar todo el maldito recreo con ese tal kedamono

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Después se esa declaración de amor, Poppe tuvo que pasar todo el maldito recreo con ese tal kedamono.

Si, tenía un hermoso nombre, pero no acordaba con su apariencia horrendo.

Además de que los temas de conversación fueron muy pocos, hacían que el ambiente se ponga tenso e incómodo.

Dios, estaba muy aburrido con ese chico.

—Ahm, ¿Me das tu número? — dijo de manera nerviosa el pelo morado.

Haciendo que el rubio solo rodará sus ojos y anotará su número en un papelito.

—Aqui lo tienes, no lo pierdas — le respondió, fingiendo una risa melosa.

Haciendo que kedamono le dedicará una también algo avergonzado.

Y justo cuando dijo eso, el timbrendeo receso sonó , indicando que ya había terminado.

Poppe agradecía eso, pues ya no soportaba esa situación con el chico feo.

—Me tengo que ir, nos vemos en la salida o mañana — dijo el rubio intentando sonar triste por tener que irse.

Haciendo que kedamono se levantará de su asiento, mientras lo veía irse.

—Y-yo, ¡Te espero en la salida! — hablo fuerte, mientras lo miraba irse.

—Y-yo, ¡Te espero en la salida! — hablo fuerte, mientras lo miraba irse

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Pobre keda.

Niño rico // popkedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora