El silencio reino en la habitación del pelimorado al ver inesperadamente al rubio.
—T-tu, que haces aqui? — pregunto en un tono nerviso, mientras daba pasos hacia atras.
Haciendo una mueca en la boca del rubio al notar que tenia miedo.
—Se que no debo de estar aqui ¡Pero debes de escucharme! — dijo el más alto acercándose a pasos lentos.
Lo cual altero a kedamono que se sobresalto y se alejo más.
—No te acerques — contesto — mi padre ya me lo dijo todo, quiero que te vayas porfavor — dijo el lobo.
Causando que Poppe desviara la mirada hacia abajo y sintiendo una gran culpa dentro de el.
Pero tenia que decirle todo a kedamono.
—Ahm, bueno yo me ire, pero porfavor escuchame — kedamono lo miro desconfiado — ¡Sera rapido! — contestó.
A lo que kedamono lo miro dudoso pero asintio con la cabeza aceptando escucharlo.
Dandole un gran alivio al rubio.
—No puedo decir que lo que dijo tu padre no es verdad, porqe si lo fue.. — dijo el rubio, bajando la cabeza — Se que estuvo mal, pero cuando más pasabamos juntos me enamoraste...— habló con nervios.
Para luego mirar a kedamono, el cual tenia una expresion de desconfianza y temor.
Y eso lastimaba mucho más su corazón.
—Se que soy un idiota por lastimarte de esa forma pero realmente te amo keda — contesto el rubio agarrando de la mano al más bajo — Eres dulce, amable, paciente y jodidamente inocente, ¿Como pude lastimarte? — dijo.
Lo cual provoco que kedamono se sonrojara por las palabras dichas del rubio hacia su persona.
—Popee, y-yo realmente... — Su voz fue interrumpida por el sonido de la puerta abriéndose con brusquedad.
Mostrando en la entrada de esta al padre completamente furioso, acercandose rápidamente a ellos.
A lo que Popee aprovecho el poco tiempo que le quedaba para agarrar de las mejillas gorditas del lobo y plantar un beso en la dulce boca de este.
Dejando a kedamono más que desconcertado y al mayor más furioso.
—¡PEQUEÑO BASTARDO, AHORA SI QUE ESTAS MUERTO! — Grito furioso el padre del hibrido morado.
Agarrando al maldito que beso a su hijo, echandolo a patadas de su casa y gritandole a la vez.
Por otro lado el menor se encontraba procesando todo lo ocurrido, mientras tenia su mano en su boca después del beso sorpresa que le dio Popee.
No sabia que hacer.
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— Maldita sea, tienes muchos golpes en la espalda — protesto marifa, mientras curaba los golpea de su hermano.
Pero este no dijo nada y solo se dejo curar, ya que aun seguia molesto con su hermana por lo que hizo.
—¿Me estas ignorando?— pregunto indignada la peliplateada al ver como este no la miraba y tampoco le dirigia la palabra.
Pero el rubio siguio sin decirle nada y más bien se dignó hacerle una mueca muy notoria.
Lo cual hizo que esta bufe y empujara al meyor y saliera de la sala.
A lo que el rubio simplemente rodo los ojos, ya que de igual forma ya lo habia curado por completo.
El rubio se levanto de la silla y gruño de dolor al sentir dolor en su espalda.
Provocando que caiga en la silla nuevamente y maldijera.
—Ese viejo si golpea bien — contestó con molestia el rubio.
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