Niño rico // popkeda

3.

Al día siguiente todo transcurrió con normalidad, pues la pequeña discusión entre ambos hermanos fue olvidada y tampoco es que quisieran recordarla.

—¡Marifa, apura! — grito el rubio desde la sala, mientras esperaba a su hermana menor.

Para luego ver a esta ya cambiada con el uniforme y lista para irse.

—Ya estoy, vámonos — respondió está, mientras jalaba a su hermano a la puerta.

Para luego irse ambos al instituto de manera tranquila y callada.

Hasta que claro, la menor de ellos hablo de la nada.

—¿Recuerdas a ese chico que te miraba? — pregunto la chica, haciendo que Poppe asintiera.

Pero no sabía del porque su hermana lo mencionaba justo ahora.

—Aja, que tiene? — pregunto el rubio.

Haciendo que la chica riera con un poco de amargura, sin duda su hermana estaba completamente loca.

—Pues escuché que ese chico es hijo del director, osea que es todo un adinerado — dijo está, mientras havia una seña de dinero en sus dedos.

Sorprendiendo a su hermano mayor, pues ese chico no parecia ser de esa clase alta.

Ya que si recordaba bien, su ropa estaba toda sucia y no parecía nada nueva, más bien desgastada.

—¡Demonios, se nos hace tarde! — grito la chica, mirando la hora en su reloj.

Para luego jalar del brazo de su hermano, sacándole de sus pensamientos bruscamente y entrar al bus.

Poppe corrió rápido hacia sus clases, pues obviamente había llegado unos minutos después.

Por lo que si entrar a su salón, todas las miradas estuvieron en el.

Incluso ese chico feo del otro día.

Desvío la mirada y fijo su vista en su maestra.

—Lamento llegar tarde — respondió el rubio, mientras daba una reverencia en forma de disculpa.

Haciendo que su mayor solo asintiera y lo dejara sentarse en su lugar.

Para luego seguir con las clases con pura normalidad, mientras prestaba atención a estas y escribía lo necesario en el cuaderno.

Rim Rim!

El sonido del receso se pudo escuchar en todo el instituto, por lo que todos salieron de sus sitios a comer o a descansar.

A decepción de el claro.

Que tenía que ir a cierto lugar, por cierta nota del otro día.

Por lo que sin pensarlo mucho salió de su clase, para poder ir al patio como le indico la carta.

Pero le parecía extraño que cuando llegara no halla nadie, pues los de entrenamiento siempre estaban allí.

Pero no le tomo mucha importancia.

—D-disculpa — dijo una voz temblorosa y baja.

Haciendo que Poppe voltiara a ver de quién se trata, pudiendo ver al que menos quería justo ahora.

Un chico bajo, cabello morado y un uniforme bien puesto, sin duda era el chico feo.

—¿Que quieres? — respondió el rubio, mientras rodaba los ojos.

Haciendo que esté desviará la mirada sonrojado y diera un suspiro largo.

—Me gustas, ¿Q-quieres ser mí novio? — dijo el chico en voz baja, pero entendible.

Sacándole una gran sorpresa al rubio por lo que escucho.

Mierda. Pura mierda.

Ojito.