14. Una conversación de balcón

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— Siento soledad, en mi, en mi alrededor. Cayendo sin fin, en un pozo que yo mismo formé. Cavando sin cesar para dejar caer mi cuerpo al vacío, sin esperar nada más abajo. Una nada infinita.
Cuando me veo en el espejo, veo un simple cuerpo sin alma. Un cuerpo al que le han atacado con numerosas armas sin filo. Armas invisibles para el ojo humano. Armas de las que se escucha el disparo, pero no dónde impacta.
Aquello que amaba, aquello que envolvía mi cuerpo en una cómoda brisa, se fue con el viento. Una gran nube cargada de oscuridad se posó en mi cabeza. Y desde entonces, no desaparece. Su carga no se agota. Se alimenta de sí misma, y de mi...

Bruno, el mánager de Harry, le escuchaba mientras estaban en el estudio.

— ¿Qué opinas?
— Harry, yo creo que es idiota.
— ¿Tú crees?
— La persona que escribió esto, busca victimizarse. Prefiere no afrontar sus problemas y seguir viviendo en la miseria. Parece que quiere llamar la atención.

El rizado asintió lentamente y salió del estudio. Lo que había leído, estaba escrito por él mismo. Nadie le comprendía. Bueno, no le sorprendía. Los mismos que le metieron en la cara oculta de la industria, eran los mismos que no entenderían el dolor que soportaba.

Ambos cantantes se encontraban en Italia. Cada uno, con sus cosas.
Louis iba a la boda de su mejor amigo. Harry, en cambio, iba por trabajo.

El ojiazul supo de que el rizado tenía concierto en Italia. Además, iría a un festival de moda, junto a Sarah, la jefa de Guzzy, su pareja actual.

Deseaba verlo, hablar con él. Tras varias horas pensando, decidió escribirle un mensaje:

Hoy, 15 de julio, 18:09

Hazza

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Lou: Hola, cómo estás?? Me he enterado de que estás en Italia. Sé que estás en Milán, yo también estoy allí. Me gustaría hablar contigo [18:09] ✓✓

Harry: Tengo mucho trabajo, no creo poder, lo siento [18:10] ✓✓

Lou: Bueno, siempre podemos vernos en tu apartamento cuando vuelvas a Nueva York :) [18:10] ✓✓

Harry: Sii, vuelvo en dos días. Podrás venir? [18:10] ✓✓

Lou: Claro. Me escaparé por ti :) [18:11] ✓✓

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Esa noche, el castaño salió a fumar al balcón del hotel. Miraba las vistas de la ciudad. Ahora debía bajar con Ellie a cenar. Iba a entrar cuando escuchó algo. Sheldon y Luke estaban en la habitación de al lado. Su balcón estaba abierto. Se acercó a escuchar.

— En dos meses nace el bebé.
— La verdad es que todo está marchando bien. Los medios están encantados con la noticia. Y después, pum, empieza la gira.
— El único inconveniente es, ¿qué haremos si el niño no se parece a él?
— Oh, vamos, Luke. El candidato es perfecto, se va a parecer.
— Bueno, eso sí. De niño se parecía a Louis.

Escuchaba muy sorprendido. Dios, esto estaba fuera de control. ¿Osea que el hijo no era suyo? ¿Todo era mentira?
Tomó sus cosas muy enfadado, se dirigió a la habitación de al lado. Tocó la puerta varias veces. Segundos después, Luke abrió y le miró.

— Hey, hermano, ¿qué pasa?
— ¡Sois la mayor mierda!

El moreno metió de golpe al ojiazul a la habitación. Cerró de un portazo.

— ¡Cierra la boca Louis!
— ¡No! ¡Escúchame, estoy harto de esta mierda!

Sheldon salió del baño. Su cara reflejaba tranquilidad.

— Vamos, muchachos. No discutáis.
— Sheldon, se acabó. Os he escuchado todo. ¡No es mi hijo! ¿Qué coño estáis haciendo?
— Ya veo que estabas escuchando. Chico listo — soltó una risa enfermiza — tranquilo, Tommo.
— No me llame así. Explíqueme qué coño está haciendo conmigo. Ahora.
— Está bien, no es tu hijo. Lo hicimos para promocionar tu gira.
— ¡Pero yo no quiero esto! ¡No quiero este tipo de promoción!
— Tú no tienes que preocuparte de ello. Tú céntrate en cantar bien en los conciertos. De la publicidad y todo, nos encargamos nosotros.
— Y deberás reconocer al bebé cómo tuyo. — el moreno habló.
— Pero...
— Muchacho — Sheldon posó su fría y huesuda mano sobre el hombro del joven cantante. — Eres una estrella. Un gran cantante. ¿Qué más da tener un hijo o no? No cambiará nada, no te dará problemas.
— No es eso, joder
— Ten, tómate una copa

Extendió hacia él una copa de vino. El castaño la aceptó y dio un trago.

— En cuanto nazca el niño, podemos anunciar lo que quieras. Si quieres terminar con tu novia, adelante.
— ¿Ah sí?
— Por supuesto. A nosotros nos preocupa tu bienestar.
— No sé si eso es así realmente.
— ¿Quieres o no quieres estar soltero?
— Si, si quiero.
— Bien. Ahora, ve con Ellie a cenar. No hagas esperar nunca a las mujeres. Vamos, chico.

Le dio varias palmadas en el hombro y espalda. El joven salió de allí. Ahora que sabía que no sería padre, intentaría volver con el verdadero amor para él: Harry.

Pasó una semana. Lou asistió a Nueva York, ya que Ellie tenía una sesión de fotos con una marca. La ocasión perfecta. Fue a TriBeCa, al barrio del rizado. Tocó la puerta del apartamento. Un joven de ojos verdes en bata púrpura abrió la puerta y, después de mucho tiempo, sus miradas se cruzaron con ese brillo que los unía. Le hizo pasar. Subieron en el ascensor y entraron al apartamento.
Observó su casa, tan bonita como siempre. Con ese calor familiar que te envolvía.

— H-hola Hazz...
— Hola...
— Ummm...
— ¿Quieres...tomar algo?
— Agua está bien, gracias.

El rizado fue a la cocina. Le trajo un vaso de agua y se sentó a su lado.

— Te ves...bien. Guapo...como sie-
— Louis
— Si, lo siento.
— Bueno, pues casi inicias la gira, qué emoción, ¿no?
— Si... la verdad es que estoy deseando volver a cantar delante de la gente.
— Lo sé. Siempre me lo decías.
— Hazz...
— ¿Si...?
— Yo... quería pedirte perdón...por todo lo que hice, y lo que dije...
— Yo también...no debí gritarte. Ambos tuvimos la culpa.
— Tranquilo. Entiendo cómo te sentiste...veo que, tú y Sarah...
— Si. Mi relación se basa en publicidad para Guzzy.
— Wow...veo que pasamos por la misma mierda.
— Si, eso es verdad. ¿Lo de tu hijo...cómo va?
— Tengo...buenas y malas noticias.
— Te escucho.

El castaño soltó un suspiro. Tomó las manos del ojiverde, quién aceptó esa muestra de cariño.

— El hijo no es mío. Todo es una estrategia de Sheldon para promocionar mi gira. Yo jamás me acosté con ella...
— Dios, no puedo creer que lleguen a ese extremo.
— Si. La mala noticia es, que debo reconocer al bebé cómo mi hijo, pero me dejarán renunciar a mi relación con Ellie.
— ¿De verdad?
— Si, Hazz...

Ambos se miraron en silencio. En verdad, ellos se extrañaban. Su relación siempre fue bonita a pesar de todos los obstáculos.
El castaño acariciaba las suaves manos del menor, sin apartar su vista de los ojos del contrario. Después, observó sus labios y, lentamente, se fue acercando.
Cerró sus ojos y sintió una mano cálida tomar su mejilla. Sus labios se juntaron, se sintió como miles de chispas de electricidad. Un sabor a cereza inundó los labios del ojiazul. Sus bocas seguían un compás, un ritmo lento y delicado.

Después de varios minutos de suaves besos y caricias, se abrazaron con fuerza. El ojiverde comenzó a llorar mientras se acurrucaba sobre el cuerpo del mayor.

— Solecito...
— Abrázame, Lou. Abrázame y n-no me sueltes...

Si tenéis alguna duda sobre algo, no dudéis en escribirme o dejar un comentario.
Os quiero, bonito día :D

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