11. Nuevo año

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Los rayos de sol comenzaban a asomarse en la habitación con timidez. La luz navegaba por las blancas sábanas donde yacía el cuerpo dormido del rizado, que empezó a abrir sus ojos, debido al calor que un rayo le había regalado a sus párpados.
Observó que estaba en la cama. Miró a su lado, esperando encontrar otro cuerpo dormido. No fue así. Allí solo estaba él.
Hizo una pequeña mueca de desánimo. Se incorporó lentamente, sentándose en la orilla. Frotó sus ojos y fue a lavarse la cara.
'Ayer fue una bonita noche', pensó.
Miró la hora. Las nueve de la mañana. Había dormido apenas dos horas. Bostezó y regresó a la cama. Para él, era muy importante un simple día de descanso. Los conciertos agotaban física y mentalmente, por lo que un simple día donde no tenía nada de eso, le servía para descansar la voz, el cuerpo.

Iba a cerrar los ojos de nuevo, cuando observó una sudadera sobre la cama. Sabía perfectamente que era del castaño. La tomó con delicadeza y la olió lentamente, sintiendo la mezcla del perfume que Lou usaba, y su propia esencia natural. Sonrió para sí mismo y abrazó la prenda. Era como si su amado estuviera allí, a su lado, abrazándole mientras hablan de algún tema sin importancia. Así eran la mayoría de sus llamadas, tan absurdas, pero tan suyas.
Se acurrucó entre las sábanas con la sudadera. Quedó profundamente dormido, con una pequeña sonrisa en su rostro. Sin duda, el mayor le tenía enamorado, como si hubiera hechizado al rizado con sus encantos.

Lou se las apañó para llegar sin sospechas al hotel. Nadie notó su ausencia durante tanto tiempo. Tal vez, escaparse de noche sería su nuevo pasatiempo.
Lamentablemente, recibió la noticia de que mañana regresarían a Reino Unido.
Tan solo tendría un día más para ver a Harry. Es triste, pero así debían ser las cosas.

— Estamos preparando todo, para que en dos meses puedas iniciar la gira, Louis.
— ¡Genial! Estoy deseando volver a los escenarios.
— Marzo será nuestro mes, hermano. Ya verás.

El equipo del ojiazul conversaba con emoción. Todo estaba en marcha para sacar con éxito la gira.
Obviamente, Harry fue informado de todos los logros de su, ¿novio? Si, eran algo así. No pusieron nombre a su relación, porque como ellos dijeron, son solo ellos.

— Estoy muy orgulloso de ti, bebé.
— Gracias solecito, sabes que te quiero.
— Sabes que yo también.
— Joder, tengo que irme.
— ¿Con Ellie, cierto?
— Amor, lo siento
— Tranquilo, ve, yo... estaré aquí por si me necesitas.
— ¿Seguro? Utilizas el teléfono como un señor mayor, no sé si pueda fiarme de que estarás.
— Oyeee, estás siendo grosero.

El castaño soltó una carcajada, que contagió al rizado poco después.

— Te quiero, te quiero tanto Hazz, hablamos después.
— Te quiero Lou, no la beses mucho.
— Lo que me pidan, ya sabes.
— Pues no los disfrutes.
— ¡Eso jamás! ¿Por quién me tomas?
— Ya, ya, ve, no les hagas esperar, bebé.

No era nada fácil. Su relación se resumía en la distancia, la privacidad y, sobre todo, sus peleas absurdas, que terminaban en risas. Sin duda era algo especial, solo de ellos.

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— Feliz cumpleaños, bebé.
— Solecitoooo, te acordaste.
— Obviamente, la fecha de tu nacimiento es importante. Y mañana es Navidad.
— Si, lo sé, no me envidies mucho. Sé que nací en el mejor día, el mejor mes.
— Mi mes no está tan mal.
— Bueno, tienes razón. Febrero es el mes de los enamorados.
— ¿Ahora quién es el envidioso?
— Cállate, yo no dije eso.
— Cuando usas ese tono se nota — El ojiverde rió.
— Mierda, moriría por ver esa sonrisa siempre.
— Por ti sonrío.
— Y tu sonrisa me hace sonreír a mi.

Dos verdaderos enamorados. Es como si, el universo les hubiera creado para cada uno. Es triste pensar, que les unió un mismo problema, una misma falta de libertad.

— Feliz año nuevo, Lou. Te deseo lo mejor en este inicio de año. Conocerte ha sido lo mejor de este año y, empezar el nuevo a tu lado, es empezarlo con alegría.
— Feliz año nuevo, Hazz. Yo también opino lo mismo. No sabes lo feliz que me haces, solecito.

¿Acaso esto era un sueño? ¿Encontrar a tu otra mitad es encontrar la felicidad? Ellos así lo sentían. Los fans, lo sabían.
La balanza del stunt, se había equilibrado de nuevo.
Los cantantes dejaban sutiles pistas de su verdad. Siempre habría personas que creerían en ellos.
Pero, no todo acabaría bien. Todo iba a empeorar.

— Louis, estoy embarazada.

Y los sueños parecen desvanecerse en el aire. Todos los colores, pierden saturación hasta quedar en un blanco y negro, sin vida.
Cada vez, la libertad se aleja más de las manos de aquellos que quieren alcanzarla.

— ¿De qué mierda hablas, Ellie?
— Que estoy embarazada, ¿qué tanto cuesta entender?
— Ese hijo no es mío, imposible.
— Lo es.
— Joder, Ellie, ¿cómo va a ser nuestro?
— ¡Lo es!
— ¡Tú y yo no nos hemos acostado, joder!
— Hubo una vez...
— Mientes.
— En año nuevo, Louis. Bebimos. Te pusiste borracho. No te acuerdas de esa noche, ¿verdad?

Y si, recordó. Recordó que bebió, demasiado. Parte de su memoria, no le dejaba confirmar la afirmación de la joven modelo.

— Enséñame las pruebas.
— Ten.

Tomó un papel y se lo tendió. Era una ecografía, papeles del doctor. Confirmaban el embarazo. Un mes. Las fechas cuadraban.
Lou sintió que su mundo se venía abajo. ¿Qué había hecho?
Ellie salió de la habitación, dejando a un joven destrozado. Se sentía mal consigo mismo. Falló a todos. A él mismo, a Harry. ¿Cómo le contaría esto? ¿Cómo le diría, que se acostó con ella?
Las lágrimas no tardaron en aparecer por sus mejillas, rodando, buscando caer por el peso de la gravedad.

— Harry, perdóname...joder...

Hablaba solo. La culpa le comía lentamente. No tenía ni idea de qué hacer. Todo lo veía oscuro. Se sentía lo más miserable. Se veía atrapado por un error, que él mismo cometió.


Perdón, no había podido subir capitulo hasta hoy. He estado ocupada. No me matéis, aún.
Perdón también, por lo corto del capítulo. El siguiente, prometo que será más largo.
Os quiero, bonito día :D

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