8. Una nueva vida

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— Louis, acércate muchacho.

Sheldon se sentó en su gran silla. Frente a él, el joven ojiazul se sentó.

— Me han comentado de que no estás de acuerdo con la presencia de Ellie.

El castaño humedeció sus labios. Negó un par de veces y se acomodó en su asiento.

— Ella me agrada, de verdad. Me cae bien. Pero la idea de que sea mi pareja, no está en mis planes. No me interesa.

Collins soltó una sonora carcajada que rebotó en las cuatro paredes de la habitación. Dio palmadas en el hombro del joven cantante y se levantó.

— Mi querido Tomlinson. Déjame explicarte un poco acerca de cómo funciona esto. Nosotros trabajamos con ciertas empresas, ciertos contratos de conveniencia. Las relaciones públicas entre dos figuras conocidas, benefician a ambas partes. Incluido los medios. Es un buen negocio. Tú solo tienes que salir un par de veces con ella por semana a lugares públicos. Tu equipo se encargará de llevaros. Si de casualidad, surge el amor, pues ese favor que te hice. Ya me lo agradecerás.

¿Cómo podía hablar este hombre de esto como si no tuviera importancia? ¿Cómo puede una persona, disfrutar desde arriba de todo el caos que se cierne a sus pies?

— Sheldon yo...cuando se trata de publicidad para mi álbum, yo creo que hay otras fo-
— ¿Me vas a dar clases de marketing tú? Oh vamos Tomlinson, tienes veintidós años, no sabes nada de la vida. Apenas eres un polluelo que no aprende a volar.
— Como usted diga, pero yo no quiero salir con ella.
— Es que, lo que tú quieras, no es lo que se hará realidad. Firmaste un contrato. Estás bajo órdenes. Tú solo preocúpate de hacer música, que nosotros nos encargamos del resto. ¿Queda claro?
— Pero...
— He dicho, ¿ha quedado claro?
— Si, señor Collins.

El castaño salió de allí peor de lo que había entrado. ¿Este era el precio que debía pagar por firmar con Shellins? Ahora entendía por qué era una de las más famosas. Todo el procedimiento que no se ve, les lleva a la cima de forma repugnante.

Un viaje a Nueva York. Un viaje de negocios. Un viaje en el que debía asistir a un par de entrevistas y un programa de radio. Varios pequeños conciertos, pero acompañado, por Ellie Colder.

En el hotel, el ojiazul aprovechó para llamar a su amigo... con el que ya no había tanta comunicación, todo por culpa de externos. No le respondió. Llamó de nuevo. Tampoco.
Permaneció unos minutos en silencio, sentado sobre la tapa cerrada del váter. Comenzó a vibrar el teléfono. Era él.

— ¿Harry?
— ¿Lou...?
— ¡Harry! Wow, hacía tiempo que no hablábamos...
— Si... pensé que, era mejor así. Te veía muy ocupado
— No, no, yo, estoy...¡bien! Si, todo está bien
— Me alegro Lou, también, espero que tú y...Ellie, seáis muy felices, te lo mereces Lou...te mereces ser feliz
— Hazz no... escucha, eso no e-

Colgó. Miró su teléfono, entendió. Entendió todo. Harry había leído la prensa. Sabía de su supuesto romance con Ellie. Joder. Se levantó con rabia, negaba varias veces, se lavó la cara tres veces con agua fría. Apretó sus ojos. ¿Cómo no pudo verlo? Que lo que él sentía por su amigo... parecía ser mutuo.
El ojiazul salió del baño. Observó a Ellie en el balcón de su habitación de hotel. Se acercó a ella.

— Ellie, Luke me avisó de que tenemos que bajar. Nos espera un coche.

Bajaron ambos, tomados de la mano. Fuera del hotel, estaba lleno de paparazzis, reporteros. Salieron siendo medio tapados por los guardaespaldas. Se subieron en el coche. Su nueva vida.
Una salida a un restaurante. Numerosas fotos por todas las redes sociales. La foto de ellos dándose un beso fue el inicio de algo nuevo para Lou, una palabra que tendría en su cabeza por mucho tiempo: stunt.

‘¡Fotos de Louis Tomlinson y Ellie Colder en Nueva York!’

‘La foto del beso que confirma el romance de Louis y Ellie’

‘La pareja británica en Nueva York, vistos en un restaurante’

‘Los rumores sobre su relación, confirmados’

Harry leía más y más artículos sobre la relación de su amigo. Por dentro le destrozaban. Por fuera, fingía indiferencia. Su vida se tornó en un infierno en apenas un mes. Cada que trataba de salir a tomar el aire por las calles de su ciudad, los gritos de gente le afectaban más a fondo.

— ¡Mujeriego! ¡No haces más que llevarte mujeres por delante!
— ¿Quién será la próxima mujer que te llevaras a emborracharla a una disco?
— ¿Cuánto dinero te gastas en mujeres?
— Que suerte tienen las mujeres de disfrutar tu cuerpo

Sentía que iba a explotar. Su cabeza estaba llena de todas esas voces de la gente.

Esa noche, tenía concierto. De cierta forma, se sentía algo mejor en ese ambiente. Personas que cantan sus canciones a todo pulmón, que no les importa lo que digan los medios de su ídolo. Su segunda casa, el escenario. Cantó con mucha fuerza aquella noche. Como si pudiera soltar todo el dolor por la boca, desgarrando en cada nota un sentimiento desde lo más profundo de su corazón.
El público rugía de asombro ante tales notas altas que el cantante alcanzaba como si fuera fácil. Muchas personas pudieron sentir el cansancio mental del ojiverde. En las redes sociales, numerosos videos de gente:

¿Qué le pasa últimamente a Harry? Le noto cansado, triste. ¿Qué le habrá pasado?

La balanza se equilibra. Personas con distintas opiniones, puntos de vista.
Con el tema de Lou, la balanza también se equilibró. Muchos no creían del todo en el ship ‘Loullie’. Veían algo raro, no estaban del todo convencidos.

El ojiazul escribió al ojiverde, pidiéndole verse en algún lugar. Y salió la ocasión. Ambos quedaron en un parque. Vestidos con ropas que les tapaban gran parte del cuerpo. El mayor observó al rizado acercarse.

— Hola Hazz, gracias por venir
— Si

Se sentaron en una banca de allí. El silencio se adueñó bajo la luz de la luna, hasta que uno de ellos, se atrevió a hablar...

Ando muy muy inspirada, por eso estoy actualizando seguido. Además, es fin de semana y tengo más tiempo así que, espero subir más capítulos hoy.
Os quiero, bonito día :D

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