01. Caja

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Daisuke permanecía de pie en medio de su habitación, totalmente rígido y con el móvil pegado a la oreja. Con una ceja levantada y el rostro helado en una mueca de incredulidad, miraba al techo y se hacía daño en la vista con el brillo de la lámpara.

—¿De qué estás hablando, Taichi? ¡Te juro que yo no he hecho nada!

—Ah, claro que no. Como si hubiera otro más sospechoso que tú.

Taichi, al otro lado, miraba a su teléfono intensamente, como lo haría si tuviese a Daisuke delante.

—¡Ah, no lo entiendo! ¿Por qué tengo que ser yo? Para empezar, si yo le regalase algo a Hikari por el White Day, sería algo mucho más original que una caja de bombones.

—Y un collar —añadió Taichi—. Hasta tiene un corazoncito de oro... parece caro. ¿Tú qué crees, Agumon?

—Hmm, suena a que está frustrado porque dice la verdad, Taichi...

—No estoy seguro yo...

—Conque sí, ¿eh? —Daisuke comenzó a temblar de ira. Le tenía un profundo respeto a Taichi desde siempre, pero no podía soportar aquella encerrona, y acabó explotando—. Bueno, ¡pues para que lo sepas, ella ni siquiera me envió chocolate en San Valentín! Ni un mísero "regalo amistoso", ni este año ni el anterior. ¡Así que no soy yo! Imagino que será Takeru.

—¡Daisuke! —se escandalizó V-mon. El dragoncito azul estaba jugando al buscaminas en su ordenador, pero no podía evitar escuchar la conversación. Era la primera vez que le veía hablarle así.

—No, tampoco es él —Taichi suspiró. Empezaba a considerar que Daisuke decía la verdad—. Fue lo primero que me confirmó. Hikari no mentiría así como así...

—Bueno, ¿y a qué viene que te metas en esas cosas, si se puede saber? —Daisuke resopló por la nariz. Le temblaba la voz, por lo que su intento de rabieta se desinfló en cuestión de segundos—. Si me vas a llamar para esto, mejor ni me llames.

—¿Lo ves? Se ha enfadado —apuntó Agumon, quien escuchaba desde el sofá.

El Digimon trató de disimular y coger un bombón de la caja que estaba sobre la mesa, cuando una mirada de Tailmon, quien le observaba desde la terraza gruñendo con los brazos cruzados, le detuvo en seco.

—Bueno, ya sabes —Taichi arrugó la nariz, y se puso a trazar círculos con el dedo en la pared para buscar las palabras correctas—. Sólo quería asegurarme de que es alguien de confianza. Si a mi hermana le pasase algo, yo...

—Bah, estará bien —Daisuke se sentó en su cama, agotado, sin apartar la vista del techo—. Total, de cosas peores hemos salido. ¿No?

—Sí, supongo que sí —Taichi volvió a mirar hacia atrás. Tailmon se estaba llevando la caja a la habitación de Hikari con cara de indignación. Cuando ella se marchó, bajó el tono de voz—. Oye, había otra razón por la quería llamarte. Necesito que tengas los ojos bien abiertos durante estos días.

—¿Mmm? —Daisuke miró a V-mon de reojo. Este seguía muy atento a la llamada de los dos chicos—. ¿P-Por qué hablas tan serio de repente? ¿Ha pasado algo?

—Bueno, es más bien algo que podría pasar, según Koushiro. ¿Sigues en contacto con Wallace?

Digimon 02: La noche de las mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora