13. Roto

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Daisuke y su Digimon fueron transportados entonces a la habitación de Miyako. A pesar de ser de noche, tenía la luz apagada y las cortinas cerradas. Sólo había encendido la luz de su escritorio, por lo que todo quedaba en penumbra.

La elegida, tirada en el suelo de cara a la pared, abrazaba un cojín con fuerza. Había dejado sus gafas redondas encima del escritorio, mojadas con sus primeras lágrimas.

Poromon esperaba detrás de ella, con cara de no saber qué hacer para ayudarla.

Daisuke, al ver aquello frente a sus ojos, recordó el estado en el que se había ido a dormir, con V-mon tratando de consolarle. Sin embargo, el caso de Miyako parecía mucho, mucho peor. Tenía los ojos apretados y enrojecidos de tanto llorar, y la ropa arrugada, quizá de dar patadas en aquella posición.

—V-mon. Tengo miedo. ¿Por qué todo está roto en esta línea de tiempo? Aquí nadie es feliz. ¿Qué tengo de aprender de esto? Si tienes que decirme algo, ¡dímelo!

—¿Es que no te lo imaginas?

—No, no me lo imagino, no sé qué ocurre ni por qué todo ha salido mal aquí.

—¿Conoces el efecto mariposa? Yo lo descubrí un tiempo después de empezar a vagar por las líneas de tiempo alternas, sin poder interactuar con ellas, hace ya tanto que ni recuerdo cuándo. Es lo que pasa cuando un evento muy pequeño acaba teniendo consecuencias enormes que nadie se espera.

—Ya, pero... Es que... No sé qué decir.

—Yo sí lo sé. No entiendes que tiene esto que ver con lo que tu querías que pasara, ya lo sé. El evento que empezó ese efecto mariposa no es tu relación con Hikari, es sólo una de las consecuencias —prosiguió V-mon, con palabras cada vez más distantes de las típicas para su edad—. Ese evento es algo que ocurrió poco antes de esta noche en la que estamos ahora. Te dije que Ken no se unió al grupo, pero esa no era toda la verdad.

Daisuke temía que tanta información ajena le provocase un dolor de cabeza, hasta que todas las piezas sueltas empezaron a encajar, y tuvo una terrible idea que le congeló el alma.

—¿En este mundo... Ken...?

—Exacto. En este mundo, Ken ya no está. Y desde entonces, todo lo demás empezó a romperse. El corazón de Miyako, la clemencia de Iori, la fe de Takeru y la confianza de Hikari. Nunca volvimos a ser los mismos. Pero sobre todo tú. Bueno, tú no... el otro Daisuke. Es decir, mi Daisuke.

Digimon 02: La noche de las mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora