Digimon 02: La noche de las mil noches

05. Fallo

En mitad de su descanso, Daisuke oyó una notificación de error que provenía de su ordenador. Inmediatamente, pudo distinguir el ruido del ventilador incorporado en el equipo, igual que cuando le "pedía demasiado" a un programa y estaba a punto de congelarse.

Le costó abrir los ojos, al igual que mover el cuerpo. Se sentía algo más torpe y pesado que de costumbre, y por más que parpadeaba, sólo podía ver la luz cegadora del monitor cuando se asomaba por el cabecero de la cama. Al parecer, V-mon no se había acordado de apagarlo antes de acostarse.

Se incorporó, ajustó bien la sábana para que su compañero no tuviera frío, y pasó por encima con mucho cuidado de no despertarle. Una vez estaba más cerca de su ordenador, pudo ver de qué se trataba.

Por encima de la ventana del buscaminas que aún estaba abierta, había un cuadro de diálogo con un icono de error. El cuadro no tenía título en la parte superior, y su descripción era sólo una frase escrita con letras de aspecto anguloso y mecánico, dispuestas de forma un tanto extraña.

¿ＥＲＥＳ    ＴÚ     ＥＬＮＩÑＯ   ＱＵＥ   ＮＯＴＥＭＥ  Ａ  ＮＡＤＡ？

Era muy difícil centrar la vista. Aunque se hubiese despertado en ese momento, no era normal que su cuerpo se moviese con tan poca precisión. En su mente, en aquel estado de sopor, quería decidir entre pulsar «Sí» o «No».

Él daba por supuesto que tenía miedos e inseguridades, al igual que todo el mundo. Pero desconocía las intenciones del mensaje, que parecía recién salido de su subconsciente. Así que en vez de sincerarse con lo que probablemente era un virus informático, tomó un tercer camino y optó por cerrar el cuadro sin contestar a la pregunta.

No obstante, al pulsar aquel botón rojo con una X, un sonido parecido al de una explosión le sobresaltó. Detrás del botón había una mina, cuya activación provocó que las otras minas de la ventana que había debajo explotasen una tras otra, en una cacofonía de ruidos en medio del silencio de la casa.

Daisuke tanteó los altavoces para pulsar un botón que parase el ruido, pero el volumen no respondía. Una vez el tablero entero se llenó de minas, estas aparecieron por el resto de la pantalla. El ruido entró en un bucle errático, que continuó hasta que el heredero del valor quitó el enchufe.

Al marcharse la luz artificial de la pantalla, Daisuke se fijó en que entraba viento desde la ventana que había junto a la cama. Los edificios y las farolas cercanas a su casa parpadeaban todas a la vez, y estaba a punto de llamar a V-mon, cuando notó, al cerrar la ventana, que el viento seguía arremolinándose en la habitación.

Y entonces lo comprendió. El problema no era que su vista no se acostumbrase a la oscuridad.

Era el aire el que estaba cargado de oscuridad.