12. Imperdonable

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Había empezado a anochecer en el dojo, pero a juzgar por la posición y mirada decidida de Iori, el chico seguía practicando kata. Al parecer llevaba bastante tiempo entrenando, pues empezaba a tener mal aspecto.

—¿Ves esa mirada, Daisuke? ¿En qué crees que está pensando?

—No puedo saberlo, V-mon. Pero dime, ¿por qué sabes todo esto de repente? Si no eres el V-mon que conozco, ¿por qué no me dejas volver con él?

—Porque no estás preparado.

El dragón le resolvió su ardiente duda, sin cambiar su expresión lo más mínimo. Se mantenía totalmente neutral la mayor parte del tiempo, algo que contrastaba cada vez más con la actitud apasionada del V-mon que siempre estaba con él.

Un entendimiento instintivo comenzó a asomar en la mente de Daisuke. En las palabras del Digimon notaba algún tipo de sabiduría que ignoraba, por lo que volvió a seguirle la corriente, y se fijó detenidamente en los ojos de Iori.

—Hace un momento me dijiste que Ken no se unió a nosotros en este universo... Recuerdo que por aquella época, Iori tenía su corazón muy cerrado. No quería entender su situación, porque pensaba que lo que había hecho como Digimon Emperador era imperdonable, sin conocer las circunstancias. Iori es una persona que intenta ser lo más justa posible, pero es muy difícil tener siempre la razón en estas cosas. Fue un alivio cuando empezaron a llevarse bien.

—Eso tampoco sucedió en este universo —le cortó V-mon—. Iori nunca llegó a perdonar a Ken, aunque en el fondo deseaba encontrar una razón para hacerlo. Takeru sí lo hizo, a pesar de echarse la culpa de todo por la pelea que tuvo con él unos días antes. Jamás se pusieron de acuerdo, así que tampoco activaron la Jogress. En este universo ninguno de nosotros logramos avanzar más allá del nivel Adulto.

—Eh, espera un momento. Vinimos aquí porque esta era una línea de tiempo en la que empecé a salir con Hikari, pero... ¿Me estás diciendo que todo esto ha tenido que pasar para que estuviésemos juntos? ¿Todo porque Ken decidió seguir estando solo? No entiendo qué tiene que ver una cosa con la otra. Si yo viese a mis amigos tan deprimidos, seguro que le buscaría para arreglarlo. ¡O tal vez Miyako! A ella se le cae la baba con él, desde siempre. ¿Cómo es que no ha intentado hacer que cambie de opinión?

—Sí, en eso tienes razón. Vayamos a verla, a ver qué está haciendo. Pero vamos a volver un poco más hacia atrás en el tiempo, horas después de que todo cambiara.

Digimon 02: La noche de las mil nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora