ᴬᴹᴬᴿᴳᴼ ᶜᴼᴹᴼ ᶜᴬᶠÉ ☕ // ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

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(Narrador)
📍: Hotel ****.

By J. Hargreeves.
Capítulo 009: "El ADN de mono le afecta al tío".

Hazel y Cha-cha habían atacado la Academia, secuestraron al pobre de Klaus para sacarle información de donde podrían estar su hermana. Necesitaban acabar con la familia de tres que lo único que hacían era dejarlos como un par de inútiles.

- ¿Vas hablar o no?.- preguntó una Cha Cha cansada y molesta, puesto que ya lo torturaron, lo golpearon y lo asfixiaron pero Klaus no daba su brazo a torcer.

- Tengo más sed.- bromeó actuando como si esto fuera lo más normal del mundo.

Hazel tomó a su compañera para hablar lejos de él en busca de cómo hacerlo hablar de una vez por todas.

Mientras tanto Klaus estaba harto de que sus demás hermanos creyeran que el es un inútil, que solo sirve para drogarse cuando la verdad era que estar drogado detenía los ataques de ansiedad que le daban.

Pero aún le dolía que sus hermanos le hicieran sentir como un estorbo solamente porque decidía estar drogado la mayor parte del tiempo. Quería demostrar que si podía ser útil, y si para eso tenía que soportar golpes, asfixias y otras torturas, lo haría. Lo estaba logrando y eso lo hacía feliz.

- Busca en sus bolsos, yo buscaré en su chaqueta.- ordenó Hazel saliendo del pequeño closet en dónde habían hablado.

Klaus sintió el verdadero terror...

- Esperen...¿Que hacen?. Eso es personal.- por primera vez en toda la noche, su voz salió temblorosa y eso era buena señal para los asesinos.

Así fue como Hazel y Cha-cha descubrieron su punto débil. Encontraron su droga favorita.

- Amigos, por favor. Podemos llegar a un acuerdo.- pidió Klaus.

- Habla y la tendrás de vuelta.- sugirió Cha Cha. Klaus entrecerro los ojos y rendido suspiró

Solo bastó con que Hazel tirara sus tan preciadas pastillas y empezara a pisarlas para que Klaus hablara.

- Bien bien...- ambos sonrieron.- Cinco, Ocho y mi sobrino Daniel han estado yendo a un laboratorio donde fabrican prótesis....- y así empezó a soltar toda la verdad.

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Se quiso golpear a si mismo, por su estúpida adicción... había dicho lo poco que sabía sobre sus hermanos y sobrino que ama.

Quería llorar de la impotencia y del coraje pero simplemente no podía, algo se lo impedía. Hazel y Cha-cha, después de sacarle la información que querían, lo amordazaron y lo metieron al clóset. La sensación era la misma a cuando su padre lo encerraba en el cementerio cuando era niño. Una vez estando solo, ahora si las lágrimas salían sin control. Intentaba gritar, pero no podía, gracias a la cinta que le pegaron en su boca.