ᴬᴹᴬᴿᴳᴼ ᶜᴼᴹᴼ ᶜᴬᶠÉ ☕ // ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.

→ ⁰.⁰⁸

📍: ???
(Cinco)

By: Hargreeves.
Capítulo 008: "Vendas en los ojos".

- ¡Tú!.- gritó al verme a lo que le sonreí maliciosamente.- Llamen a seguridad.- ordenó.

La desconocida agarró el teléfono para empezar a marcar pero antes me teletransporte a su lado y con el hacha le corté la mano.

- ¿Quién sigue?.- me empecé a teletransportar de un lado para otro matando a cualquiera de la junta, segundos después terminé...bueno, solo faltaba A.J.

Vi a este asomar su pecera a lo que me teletransporte para acabarlo pero no conté con que la recepcionista me tiraría.

- ¡El problema no es contigo!.- le grite mientras forcejeabamos.

- Oh jovencito, pagará por la máquina.- le di un golpe en la nariz cosa que la aturdió y me dio tiempo para salir corriendo detrás de A.J.

Apurado corrí en busca del escurridizo de A.J y ahí lo vi, estaba corriendo en el pasillo así que me teletransporte enfrente de él.

- Wow, por favor podemos llegar a un acuerdo ¿Quid pro cuo?.- sugirió nervioso.

- ¿Porque no?. Aquí está tu Quid.- lo golpeé en la pierna derecha.- Aquí está tu profesional.- Ahora lo golpeé en la pierna izquierda lo que hizo que se arrodillara.

- Por favor no lo hagas.- suplicó.

- Y aquí está tu cuo.- lo ignore y lo golpeé en su pecera regando agua por todos lados.

Saqué la bolsa de mi bolsillo y tomé el agua sobrante que estaba en un gran pedazo de vidrio. Metí a A.J. en la bolsa e hice mi cabeza para atrás soltando un gran respiro agitado.

[°°°]

Estaba esperando a la Encargada en un callejón. Tenía el uniforme manchado de sangre y estaba recargado en la pared fría, aún seguía pensativo mientras me deshacía
de la sangre en mis uñas.

- Bueno...- dijo apareciendo de repente a lo que le entregué a A.J sin mirarla.- ¡A.J!, ¿sabes Cinco?, empiezas a rellenar esos pantaloncitos.- giré los ojos.- ¿Por qué tan callado?.- preguntó sonriente mientras se me acercaba.

- Todos estos asesinatos... ya he terminado.- bajé la mirada.

- ¿Qué?.- sacó un pañuelo de su ropa.
- ¿Debo tomarte enserio?.- preguntó sarcásticamente mientras sacaba un pañuelo para poder limpiarme a lo que me alejé de ella.

- Lo que hice hoy fue por mi familia y por el mundo.- le recordé serio.

- Me encanta tu pequeño corazón asesino. Toma.- me dió el maletín.- Tienes 90 minutos.- la miré enojado.

- ¡No dijiste nada sobre un límite!.- grité enojado mientras me le acercaba amenazante.

- En realidad tienes 89 minutos y 45 segundos.- sonrió cínica.

- ¡Es imposible, mis hermanos están regados por toda la ciudad!.- me empezaba a enfurecer.

- Nada es imposible, lo demostraste al matar a la junta hoy.- me miró.

- Necesito más tiempo.- pedí tratando de tranquilizarme.

- La gente empezará a preguntar así que tic tac, Cinco.- molesto agarré el maletín para alejarme de ahí e ir en busca de mis hermanos.

📍: Casa de Elliot.

Al llegar a la casa de Elliot noté una mancha con sangre.