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📍: Comisión, « 1955. (Cinco)
By: — J. Hargreeves.
Capítulo 012: "Encuentro".
Después de que sonará una alarma que hizo que tomará una carpeta del escritorio de Dot, la cual se trataba del caso del apocalipsis. Sin pensarlo dos veces me lo metí debajo de mi suéter.
- Dani, te necesitan en la sub dirección para darte tu horario de entrenamiento.- habló otra secretaria entrando a la oficina, mi hijo solo asintió a lo que la mujer se fue.
- Bueno, nos vemos luego. Solo... cuidense.- pidió nervioso a lo que ambos asentimos para que después se fuera detrás de aquella secretaria.
- Andando.- Jenny me agarró de la mano para dirigirnos y entrar a los baños de hombres, sacó el folder y lo abrí solo para encontrarnos una carita feliz.
- Mierda.- suspiré frustrado.
Antes de que Jenny hablará, alguien más entró al baño. Así que la atraje sentandola en mi regazo.
- Mierda.- maldijo por debajo mi mujer.
- ¿Cómo va tu primer día?.- preguntó entrando a otro cubículo. Para empezar...¿Que mierda hace en un baño de varones?.
- No podría ser mejor.- respondí sarcástico.
- Me alegra escucharlo...Agh; quemé mi arruga...- se quejó haciendo qué Jenny y yo intercambiaramos miradas de asco. - ¿Alguna vez quemaste tu arruga?...Una entrada defencuosa y nada sale...¿Comiste el almuerzo?.
- Aún no.- respondí cortante. Mientras acariciaba el muslo de mi mujer, eso solamente me podía tranquilizar, y claro está que debía aprovechar que el celoso de mi hijo no estaba con nosotros.
- Genial ,¿Te gustaría almorzar conmigo en mi oficina?, puedes comer sólidos y yo vivir felizmente a través de ti.- el inodoro sonó.
- Esto me perturba.- susurró mi esposa.
- Podríamos aprovechar que el pequeño y tierno Dani está inscribiendose al entrenamiento temporal que le otorgaremos aquí.- explicó saliendo del cubículo al escuchar sus tacones resonar contra el piso.
- Suena genial.- le contesto a la Encargada y brincamos un poco del susto al verla asomada en nuestro cubículo.
- Bien chicos, solo no tarden en su encuentro.- nos guiñó un ojo para después salir del baño. Mi esposa rápidamente se levantó enojada, más que enojada.
- ¿Que mierda le pasa esa mujer?.- escupió enojada.
- No lo sé, pero estoy también estoy asqueado.- frunció el seño.
