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- ¡Tío Klaus, ¿Dónde estás?!.- gritó Claire al salir y cerrar la puerta del coche.
Allison le siguió.
- ¡Klaus!...Demonios Klaus, responde.
Pidió igual de preocupada que su hija. Según aquel tipo que encontraron en el vestíbulo, Klaus había sido enterrado vivo en aquel cementerio de mascotas.
- ¿Y si está?...
- No lo digas, el no lo está.- ella cortó a Claire.- Solo tenemos que dar con el... ¡Klaus!.
- ¡Tío Klaus!.
- ¡¿Klaus?!.
De repente unos fuertes ladridos se hicieron presentes ocasionando que ambas pararan de gritar y de correr en busca de Klaus.
- ¿Escuchaste eso?.- preguntó Allison a su hija, quién dejó de mirar una lápida de lo que parecía ser un ave.
"Aquí yace el cuerpo de mi preciada mascota, Coco. No te olvidaré amigo mío, ahora puedes decansar en paz. Gracias por los mejores años de mi vida, siempre te dedicaré Yellow".
Había leído Claire.
- Escucho también a un perro... Pero no lo veo por ningún lado aunque se escuche cerca.
Un fuerte viento se hizo presente junto con los ladridos constantes de aquel perro.
- ¡Sigue ese ladrido!.- ordenó Allison a lo que ambas comenzaron a correr hacia el final de camino.
- ¡Tío Klaus!.
- Thunderbolt...- murmuró Allison.- Es aquí.- rápidamente tomó una pala para empezar a excavar.
Aún se escuchaba el viento soplar violentamente, los ladridos de aquel perro y ahora también unos golpes por debajo de la tierra, eso era buena señal, Klaus si estaba ahí y seguía vivo. Todo eso le ponía suspenso a la situación.
Para cuando Allison finalmente había terminado de quitar toda la tierra de encima, una mano golpeó la madera del ataúd así que ella se acercó para extender su mano y sacar a su hermano de ahí.
- ¿Dios?.
Ambas sonrieron ante la ocurrencia de Klaus. Eso fue más que suficiente para generar tranquilidad en todos y en todo, el viento dejó de soplar de forma brusca y los ladridos se detuvieron.
- Mjm, algo parecido.- bromeó Allison siguiéndole el juego a su querido hermano.
- ¿Allison?.- ella asintió mientras lo ayudaba a salir de aquel hoyo.
- Si, soy yo.
- Y Claire también.- Klaus la miró con una mueca triste.
- Hola hola.- saludó la chica feliz de volver a ver a su tío.
