→ ⁰.⁰⁷

567 24 2
                                    

📍: Hotel Oblivion.
(Narrador)

- ¿Que haces?.- preguntó navajas al ver cómo su supuesto hijo copiaba su misma acción de cruzarse de brazos. Dany solo se mordió el labio inferior para no soltar algún comentario o risa sarcástica.

- ¿Que haces tú?.- contrataco Stan.

- Evaluación de seguridad.- miró a otro lado.- Los enemigos podrían atacar.

- Ja, que genial.- soltó Stan tratando de ocultar su emoción.

- No, no es genial, pero afortunadamente yo me encargo, el truco es estar despierto...- empezaron a caminar.- Así que necesito que te alejes del hotel por unas horas...- sacó su billetera.- No es seguro aquí, ve y cómprate donas.- le dió un par de billetes.

- Soy alérgico a las donas.

- ¿Cómo que eres alérgico a las donas?.- preguntó incrédulo.- ¿También a la diversión?.- se cruzó de brazos viendo cómo su sobrino mordía una manzana.
- ¿Tu también eres alérgico a las donas o diversión?.

- No, pero si soy alérgico a las personas que hacen muchas preguntas.- bufó cansado.

- ¡Es por el gluten, idiota!.- se defendió Stan.

- ¡Ey!. No me hables así.- avisó.

- No te quieras deshacerte de mi.- escupió enojado.- Todos intentan hacerlo, ¿Ok?.- murmuró cabizbajo.

- Quizás por qué eres molesto...- se agachó a su altura.

- Oh Dios, si que eres malo con esto.- se cruzó de brazos molesto.

- Solo ve y cómprate algo.- tomó su mano y colocó los billetes en esta.- ¿Si?. Es una gran ciudad, diviértete.

- Mamá nunca me dejaría caminar por una ciudad desconocida, ella no confía en mí...

- Eso es porque es una mala persona.- interrumpió frustrado.- Y yo soy genial.- sonrió a lo que Stan contó el dinero.

- ¿Ocho dólares?.- preguntó indignado.

- Es el salario de un mes para un niño, ya vete. Tu primo ira contigo...

- Pero yo...

- Nada de peros, soy tu tío y me obedecer, ahora ya vayanse.- le alborotó el cabello a los niños y los empujó para que se empezaran a alejar de ahí.- Soy genial en esto.- susurró para si mismo y después volver con su trabajo.

[°°°]
📍: The Sparrow Academy.

Klaus se empezaba a adentrar a la gran mansión, se quitó el pegado traje de buzo al igual que sus demás cosas.

Reginald al ver a este entrando en la habitación, no dudó en ponerse en guardia.

- En guardia.- tomó una espada de esgrima.

- ¿Fuiste tú?.- preguntó acerca de sus madres y sus raras muertes son soltar un palo de metal.

- ¿Cómo entraste aquí?.- ignoró lo demás.

- ¡Si tú!. ¡Asesino de madres!.

- ¿Asesino de madres?.- bajó su espada y lo miró confundido al igual que Klaus.

- Por favor...- se inco.- Por favor dime si tú mataste a nuestras madres y me iré, lo prometo.- pidió con la voz entrecortada.

- No me importas lo suficiente para mentir...- rodó los ojos.- ¿Acaso te parezco un asesino?.

- Bueno, quizás ahora no...

- Ya, de pie muchacho.- ordenó.- ¿Tu eres el borracho, no?.- lo señaló mientras esté se levantaba.

ᴬᴹᴬᴿᴳᴼ ᶜᴼᴹᴼ ᶜᴬᶠÉ ☕ // ᶠᴵⱽᴱ ᴴ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora