No se que sucede conmigo, eh estado enamorado de un chico de mi aula durante mucho tiempo y no había tenido ese no se que que hace que una descarga recorra todo mi cuerpo cada vez que me acerco a el. Cada vez que lo veo a un lado mío simplemente siendo el, escribiendo en su libreta como suele hacer siempre, prestando atención a la clase.
El día de hoy soy el chico más feliz del mundo, se acercó a hablarme.
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Otro día normal como todos, las clases comenzaron normalmente como suele ser de lunes a viernes presentando atención a todos los profesores. Ahora estaba en clase de inglés escribiendo y contestando la actividad que el profesor nos asignó...sin embargo no podía dejar de mirar a Taehyun enfrente mío, consentrado en la respuesta correcta. No se como eh logrado prestar atención a cada una de las clases con aquel chico que me vuelve loco desde que tengo memoria.
—¡Huening Kai! —salí de mis pensamientos cuando escuché la voz del docente nombrandome
—¿Si? —contesté tartamudeando mientras dejaba el lápiz encima de mi hoja
—¿Podrías hacerme un favor? Veo que ya haz terminado —habló al darse cuenta que lo único que hacía era mirar perdidamente a aquel chico, aún me faltaba mucho por terminar
Asentí repetidas veces esperando su orden
—Hay unas cuantas cajas en la sala de maestros que necesito que me traigas ¿Podrías traerlas? —amablemente pidió a lo que yo me levanté de mi asiento pasando a un lado de Taehyun, debo admitir que mi corazón latió rápidamente de solo sentir sus ojos en mi rostro por solo unos pocos segundos
Me dirigí a la puerta estando a nada de deslizar la puerta cuando escuché una voz conocida, una voz que me hace estremecer de solo pronunciar una letra.
—Profe ¿No quiere que le ayude a Huening Kai?
Taehyun con una sonrisa puesta en su rostro se ofreció a ayudarme, tuve la fortuna de escuchar sus hermosos labios pronunciar mi nombre cosa que nunca había sucedido. Mi corazón volvió a latir con fuerza.
—Concidero que si puede necesitar ayuda ¿Estás bien con eso? —el profesor se dirigió a mi
No sabía que contestar, sus lindos grandes ojos estaban puestos nuevamente en mi que me quedé petrificado..las palabras no salían de mi boca, mi cerebro no logra procesar las palabras amables de aquel. Estoy temblando.
—M-muy bien —es lo único que logré decir cuando observé como el de cabellos castaños dejaba sus cosas en la banca y se acercaba a mi
