TH Ya han pasado seis años desde que te quitaron de mi lado, desde que no sé ni una pisca de ti, desde que nuestro amor se vio afectado por un simple impedimiento y me estoy volviendo loco. No puedo dejar de recordar los lindos momentos que enfrentamos juntos comenzando cuando nos miramos por primera vez en la preparatoria. Aquel dia en que el manto de la noche cubría la ciudad a las casi diez de la noche saliendo de un ajetreado y productivo día de clases. Necesitaba llamar a mi madre pero mi celular estaba muerto... Realmente tenía que llamarla y tú me ayudaste.
—¡Vamos! ¡Maldito celular! ¡No me dejes así! —grité algo desesperado y frustrado cuando el botón que encendía la pantalla ya no reaccionaba.
En ese momento no me había percatado que estaba aquel lindo pelirrojo a un lado mío, estaba más preocupado de ver que mi celular se encenciera que ignoré a todos a mi alrededor.
—Justo se me tenía que terminar la bateria ¿Como le hablaré a mi mamá? —estaba frustrado hasta que él habló.
—Disculpa... —tocó mi hombró mostrando una suave sonrisa —Lo siento por escuchar... ¿Necesitas hacer una llamada? Puedes usar mi celular
Sus ojos llenos de galaxias me miraron y sus dientes reluciendo como un jarrón bien pulido me sonrieron ofreciendo aquel aparato con un tierno dibujo de un lindo loro color verde de fondo de patalla. Lo desbloquee, marque el número de mi madre y le comenté aquel percanse. Después de terminar la llamada le regresé el telefono agradeciendo su lindo gesto de bondad. El inició una conversación y nos volvimos conocidos.
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(...)
Nos bastó solo unas cuantas semanas para que esa amistad creciera, Beomgyu se convirtió en la persona más espacial para mi... era alguien bastante extrovertido, divertido, gracioso y sobre todo, feliz... No había día que el se mostrara triste, molesto, enojado, decaido etc.
Dependía de mi tanto como yo de el. No había cosa que no hicieramos juntos, si el quería ir a un lugar yo lo acompañaba y vice versa... Todo lo haciamos juntos, cuidandonos mutuamente, teniendonos el uno al otro.
Después esa semanas se convirtieron en meses llegando hasta Octubre, en donde nos invitarían a los dos a una fiesta de disfraces en la preparatoria que la misma escuela había organizado. El llegó difrazado de lo que parecía ser un muñeco malvado, con unos cuantos rasguños falsos en su rostro junto con unos manchones de sangre falsa... y no nos olvidemos de un cuchillos de platico para darle ese toque terrorifico. Mientras tanto yo obté por algo menos sagriento y más como un personaje de alguna pelicula... Me pusé el mismo uniforme escolar, usando una corbata color amarilla con rallas negras, una capa negra, unos lentes falsos y una barita para dar esa impresión de hechicero.
Ese día fue realmente divertido, hubo musica, baile, comida, snacks practicamente todo. Había una cantidad muy grande de estudiantes irreconosibles por sus buenos y elavorados disfraces. Beomgyu y yo estuvimos todo el día juntos como suele ser siempre, me gustó y asustó el como venía, en cambio, el dijo que me veía bien con la vestimenta que traía. Pasó un buen tiempo hasta que nos cansamos y nos sentamos en donde la musica no se escuchase tan fuerte.
