Yeonjun fue el primero en despertarse con una sensación de desorientación ante su inmovilidad, procesa entonces que se debe al gran cuerpo a su lado que se aferra al suyo como todo un pulpo debajo de las sabanas, el rostro sereno del pálido sumido en sueños, con su boca medio abierta y labios resecos. Puede contar sus largas pestañas desde dada postura, su brazo aferrado a su cintura era reconfortantemente aterrador, pues estaba siendo abrazado por el chico con el que amaneció y mismo por el que su corazón late mucho más acelerado de lo normal. No sabe por qué se levantan sus comisuras con ternura mientras con un dedo aparta mechones del oscuro cabello que cae en el atractivo rostro.
Recuerda que oficialmente marca la fecha que no es celebre para el chico al que detalla embobado y su goce se borra momentáneamente, porque anhela poder hallar un método para hacerlo sentir mejor. Se le ocurre ir por el regalo en su habitación y despertarlo, tal vez traerle el desayuno, mas todo intento fue desplazado cuando el agarre se afianza en su cuerpo y Soobin dice con su voz profunda:
–Ni se te ocurra moverte, joven Choi. Hoy estás confiscado por mi.
–¿Estabas despierto? – exhala descolocado por el que sonríe con sus atractivos hoyuelos, aún con parpados cerrados y expresión adormilada. Chasquea intentando escaparse del agarre sin verdadero esfuerzo –. Eso es molesto ¿Y si te confesaba algo mientras tú me oías sin mi autorización?
–¿Ibas a confesarme que mueres por besarme? – abre uno de sus ojos para continuar con coquetería: –. Porque prefiero optar por las acciones antes que las palabras.
Yeonjun libera una risa aireada en medio de su sonrojo, escondiendo su rostro en la almohada.
–¿Sabes? Otros dirían buenos días primero y dejarían el descaro para luego del desayuno.
Soobin finalmente le observa completamente y se atreve a acariciar la mejilla del mismo al hacerlo voltear con tacto.
–Buenos días, Yeonjunssi.
En realidad, Soobin había despertado diez minutos antes que su hyung, lo analizó como si de una salvación se tratase, porque todos los veinticinco de diciembre su primer pensamiento había sido el terrible recuerdo del fallecimiento de su madre, pero aquella mañana se ensimismó tanto en el precioso rubio que dormía con el rostro enterrado en su cuello antes de que se removiera entre sueños, su aliento cosquilleándole la piel. No despertó solo ni congelado, tampoco deseando estar muerto junto a su progenitora, sino con una plenitud casi desbordante, deseando plasmar infinitamente en su memoria aquella imagen, su aroma, su temperatura contra la suya en contraste, y si fuera su elección no se levantaría de la cama en todo lo que queda de día.
Pero de eso Yeonjun no tiene que enterarse de sus vergonzosos pensares.
–Buenos días, Soobinssi. ¿Dormiste bien?
"Mejor que nunca"
–Hm, te mueves mucho, roncas y pateas dormido, pero pudo ser peor.
Con las orejas rojas, le da un golpe en la nuca al menor, haciendo un mohín por sus fastidiosos comentarios.
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Maze In The Mirror | SooJun
FanfictionChoi Yeonjun, por cuestión del destino, entra una noche en aquella mansión abandonada con aura solitaria, hallando un espejo antiguo en una de las habitaciones de esta. Choi Yeonjun, sin planearlo, ha liberado a Choi Soobin, un chico de otra época...