Capítulo 17

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Capítulo dedicado a rinarosado

—Boris—susurró temerosa.

—Señorita Elise, buenos días. Necesito hablar con usted —dio un vistazo a Celia—. A solas, por favor.

—Si claro —giró su rostro —. Celia, nos vemos mañana —se acercó y la abrazo.

—Cuidate mi niña —la pelirroja asintió con su cabeza.

Luego caminaron hasta quedar al lado del carruaje, Elise miró hacia todos lados, suspiró aliviada al no ver a Angus.

—Dime Boris, ¿Qué sucede? —preguntó con los nervios a flor de piel —. Es Andrés, ¿Verdad?

—Si.... Necesito que mantenga la calma con lo que voy a decirle —calló por unos segundos —. Anoche, fui el encargado de llevar al joven de vuelta a su hogar. Elise asintió. —. Al irse el Duque de Lancaster, supe que él se iría pronto, por lo que lo espere pacientemente. Cuando ví que el señor salía con dirección a los carruajes, le hice señas para indicarle dónde me encontraba, no obstante no se percató de mi presencia —frunció el ceño—. De un segundo a otro lo ví adentrarse a un callejón, lo espere por unos minutos pero no volvió, en ese momento le pedí al cochero que se encontraba delante mío, que vigilará la carroza. Entonces caminé hacia él, y lo que encontré fue terrible.

El hombre se pasó la mano por el pelo mientras mordía su labio inferior con fuerza —. Yo... lo..lo lamento señorita Elise, desearía no haber esperado tanto.

Su corazón latía agitado —. ¡Dime, dime qué le pasó! —exclamó.

—Lo hirieron, en su estómago, cuando lo encontré estaba desvanecido en el suelo rodeado de un charco de sangre. Corrí hacia él, creyendo que estaba muerto. Pero afortunadamente al instante susurró: Elise.

La pelirroja jadeo conmocionada —. ¡Dios mío, Andrés! —. ¿Es...ta?, ¿Está muerto? —preguntó con un hilo de voz, sus piernas y manos le temblaban.

—¡Nooo!, aún no... sin embargo, al parecer le quedan pocas horas de vida, el doctor no ha sido muy alentador. Yo sé que usted es importante para él, y por eso estoy aquí, para que sepa lo que sucedió. Lo lamento señorita, es mi culpa, debí haberlo seguido apenas lo ví salir. Lo lamento tanto —el mentón de Boris comenzó a temblar, estimaba en demasía a Andrés, y el inevitable sentimiento de culpa lo estaba quebrando.

—No Boris, no te permito que pienses así, no es tu culpa. El culpable es otro, y me aseguraré de que pague con cárcel.

—¿Usted sabe quién es?, por favor dígamelo, esto no debe quedar impune. La policía ha ido a la casa, pero él joven.... no ha podido decir nada, ya que no ha abierto los ojos desde que lo encontré.

—Boris, llévame con él. Necesito verlo —dijo con la voz temblando.

—¿Qué? —preguntó el cochero con los ojos bien abiertos.

—Él me necesita Boris, me necesita.

—No señorita Elise , perdóneme, no puedo, me está pidiendo algo imposible.

El cochero vió como la determinación se filtró por sus pupilas, y en un rápido movimiento se aproximó hasta él, tomándolo por las solapas de su camisa —. Boris, tu no entiendes, yo soñé con él, supe anoche que estaba en peligro. Andrés me necesita, ¿entiendes?, me necesita. Te lo suplico, llévame con él. Cargaré con la responsabilidad, pero por favor, llévame.

Este tragó saliva con dificultad, y resignado cerró sus ojos por unos segundos en señal de aceptación.

—Venga —. Caminó hasta la puerta del carruaje y la abrió para que la muchacha entrara —. Debo decirle, más bien, advertirle que George no es como su hijo, Andrés es la excepción a toda regla, y me temo, que no sé cuál será su reacción al verla.

En tu mirada  | °2 Trilogía  "Amores Verdaderos" | √ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora