Angus Fletcher. Parte II

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Dedicado a ZenaydaSerrano1
AnielkaCardoza
Zycarid

Angus caminó detrás del hombre con sigilo, si algo recordaba de las enseñanzas de sus padres, es que no debía confiar en los desconocidos, y este en especial, que se veía peligroso y malhechor

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Angus caminó detrás del hombre con sigilo, si algo recordaba de las enseñanzas de sus padres, es que no debía confiar en los desconocidos, y este en especial, que se veía peligroso y malhechor. 

¿Tal vez debió quedarse en casa a esperar que lo enviaran a un orfanato?

Tal vez. 

El niño abrió la boca sorprendido, con su manito cubrió sus mirada de los brillantes destellos dorados que iluminaban cada parte de la estancia, entrecerró sus ojos y enfocó su vista. 

Eso era ¿Oro?... ¡Dios mío!, desde los marcos de los cuadros, hasta las pequeñas figuras que decoraban las mesas de arrimo. Todo hecho del oro más puro y valioso.

Impresionante. 

—No te quedes parado, camina —espetó él hombre al ver que se quedaba atrás.

El niño aceleró sus pasos y lo siguió obedientemente. 

 Cruzaron el salón para llegar hasta un largo pasillo, a sus lados había numerosas perillas doradas. La curiosidad propia de un pequeño de cinco años por poco le gana… estuvo a punto de abrir una de las puertas. 

En su casa solo había tres piezas; cocina-sala, baño y dormitorio. Por lo que su fisgoneo era entendible.

Cuando se dió cuenta, llegaron a la cocina, un gigantesco lugar que fácilmente podría ser del tamaño de su hogar, un exquisito olor a carne y verduras inundó sus fosas nasales, hace días que no probaba bocado decente, y su estómago rugió como recordatorio. 

Sus regordetas mejillas se tiñeron de carmesí. 

—Señor—las cocineras y las criadas lo saludaron inclinando su rostro, sin atreverse a mirarlo a los ojos o moverse un centímetro de su lugar.

El aludido solo correspondió con un asentamiento de cabeza. 

Una de las mujeres se atrevió a levantar su rostro al ver un par de pequeños pies pasar por su lado, con su mano tapó su boca ahogando un jadeo. 

Si el señor llevaba un niño junto a él, no presagiaba nada bueno. 

Finalmente salieron por una puerta que daba al jardín trasero. A lo lejos vislumbro un almacén, era grande, aunque algo viejo y descuidado en comparación con la pulcra mansión. 

En tu mirada  | °2 Trilogía  "Amores Verdaderos" | √ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora