Capítulo 32

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18 horas después

Elise abrió sus ojos con lentitud, su cabeza le dolía, y todo su cuerpo le pesaba. Miró a su alrededor y se dió cuenta que estaba sentada en un carruaje en movimiento.

—Despertaste, al fin. ¿Estás bien?.

Miró a su lado aterrada… era él, Angus. Pero ¿No estaba muerto?.

—¿Qué estás haciendo?, Angus, ¿Qué hago aquí?.

Este se acercó a ella y tocó su cabeza, donde había recibido el golpe —. Ya me encargue del estúpido que te golpeó, pensé que te había matado.

—Responde, ¿Que hago aquí? —masculló alterada.

—Estas dónde siempre debiste haber estado, a mi lado.

Elise miró a sus ojos ámbar, y notó que hablaba en serio, muy en serio.

—¡NO! —gritó —. Yo no quiero estar a tu lado, no te amo Angus, entiéndelo, no te amo.

—Lo sé, pero lo harás con el tiempo, te lo prometo— se arrodilló frente a ella —. Te enamoraré, me amarás, así como yo te amo. He dejado la mafia, nos iremos de Londres, iniciaremos una vida juntos lejos de todo.

—...¡¿Queee?!...—exclamó —. Tú estás loco —intentó levantarse, más soltó un gemido de dolor.

—Sientate Elise —la muchacha rehusó a la vez que sostenía su cabeza —. No me hagas repetirlo dos veces —tomó su brazo.

—No me toques, me das asco.

El hombre frunció los labios —. No digas eso, te enamorarás de mí, ya verás.

—No, nunca lo haré. Podrás forzarme a estar a tu lado, incluso podrás forzar mi cuerpo. Pero jamás, escúchame bien…. Jamás tendrás mi corazón, porque tiene dueño, le pertenece sólo a Andrés.

Angus sintió como si una daga fuera clavada en su pecho, ¿Porqué no entendía que no quería nada más que su amor? ¿Porqué no podía amarlo?

—¿No me has escuchado?, he dejado todo, vamos camino a Windsor, desde ahí, tomaremos un barco.

Elise abrió los ojos, aterrorizada, no podía irse de Londres, si lo hacía, estaba segura de que nunca más volvería —. ¡NOO! —gritó desesperada, se lanzó a los pies de Angus —. Por favor, no lo hagas, por favor.

—Está decidido —dijo desviando su vista de la pelirroja que lloraba desconsolada a sus pies.

—¿Tus padres saben la clase de hombre en la que te has convertido? —preguntó entre llantos.

Angus volteó su rostro y la miró —. No tengo padres.

~{Soy un malparido, ¿Quien hubiera querido criar a una bestia como yo?... Solo Blake}~ pensó.

—Pero los tuviste… dime ¿Estarían orgullosos de lo que eres?

El pelinegro se mantuvo en silencio, con la mirada perdida. De pronto, en su mente se escuchó la voz de una mujer, al principio se oía lejana —una punzada de dolor en su cabeza lo estremeció —pero luego la voz se oía cada vez más cercana, y clara.

La voz era dulce, melodiosa, y susurraba con cariño:

No olvides nuestras enseñanzas, no olvides todo lo que te hemos inculcado. Se una buena persona, se un buen esposo, y un buen padre. Llena tu vida de luz, de amor, y de nobleza.

—¿Pero que?—gruñó sin entender nada de nada.

El dolor aumentaba con cada segundo que el mafioso se resistía a recordar.

En tu mirada  | °2 Trilogía  "Amores Verdaderos" | √ COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora