Campanas de boda han de sonar para nuestro respetado Duque de Lancaster, la afortunada es nada más, y nada menos que la aparecida hija de los Condes de Pembroke; Anastasia.
Deseamos que la dicha y la felicidad acompañen a esta joven pareja por el resto de sus vidas.Periódico: "Las gacelas de Londres"
El matrimonio de Anastasia y Gregory había tomado por sorpresa a toda la sociedad, sobre todo al considerar que se trataba de una joven a la que nadie conocía. Excepto su círculo más cercano.
Elise y Andrés no podían más, de la felicidad, ya que su unión demostraba que aunque las adversidades y dificultades se presentaran, el amor siempre ha de resultar vencedor.
La boda se celebraría en un par de días más, y Anastasia al fin tendría su final feliz.
La pelirroja se ofreció para encargarse de la decoración de la mansión dónde se realizaría el banquete, y del jardín donde se llevaría a cabo la ceremonia.
Residencia Condes de Hamilton
—¿Qué estás diciendo padre?, ¿Es una broma?,
—No Lauren.
—¿Me rechazó?, ¿A mí?
El Conde miró a su esposa, y luego a su hija, con una mueca de fastidio suspiró y soltó —. Si, te rechazo. Está comprometido, se casará, ¿Entiendes?, ya no tienes opción.
La Condesa se levantó de la banqueta con lentitud, se acercó hasta su hija y acarició su larga y suave cabellera rubia —. Hija mía, eres preciosa, me atrevería a decir que la más bella… ¿Quieres seguir perdiendo el tiempo detrás de un vizconde?, ¿No crees que mereces algo mejor?
Lauren sonrió de medio lado, que la adularan solo alimentaba el ego, que ahora mismo ha sido pisoteado por tercera vez, por el mismo joven.
¿Un duque tal vez? —continuó la condesa, observó a su esposo con una mirada significativa.
—Si, si—confirmó el Conde condescendiente —. Ese Chesterfield no es importante.
Lauren frunció sus labios y pareció pensarlo por unos segundos —. Está bien.
El conde sonrió, que su hija desistiera era un alivio, jovencita más caprichosa y arrogante que ella no había.
—Perfecto hija, te mereces lo mejor, ahora deberás aceptar los cortejos, solo de los títulos más altos —convino su madre.
—Si mami —esbozo una sonrisa —. Con su permiso, me retiraré —se inclinó y se marchó de la sala.
Sus padres se miraron y suspiraron al mismo tiempo, ciertamente la estrategia de la Condesa dió resultado.
Lo que no sabían es que a pesar de que la sonrisa de Lauren parecía ser genuina, no era más que una máscara con la que ocultaba sus sentimientos.
Tenía rabia, vergüenza, y odio. Odiaba a Andrés Chesterfield por haberla rechazado, ¿Quien se creía que era?, ¿Rechazarla a ella?...la señorita más alabada por su belleza, gracia, y elegancia. Era sin duda el imbécil más grande que había conocido.
Apretó los puños a los costados de su cuerpo, nada podía hacer, lo dejaría ir, dejaría su capricho, pero no, sin antes conocer la identidad de la que usurpó su lugar y le quitó el amor de Andrés.
Corrió a su habitación, tomó su sombrero y salió acompañada de su dama de compañía, le informó a sus padres que saldría a caminar, se encontraba desanimada con el rechazo del vizconde, por lo que los condes no se negaron, al contrario, la animaron a tomar aire fresco para recuperar su buen ánimo.
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En tu mirada | °2 Trilogía "Amores Verdaderos" | √ COMPLETA
RomanceEl respetado e intachable vizconde George Chesterfield, ha cedido el título a su hijo Andrés con la condición de abandonar su despreocupada vida de excesos y lujuria, para casarse con alguna dama de intachable reputación y linaje distinguido, lo que...