-Pasado-
JESS
La fiesta seria dentro de media hora y nosotros seguíamos en casa de Tweedledum y Tweedledee. Había conocido a Blair hacia una semana más o menos, pero ya sabía lo que estaba pensando en ponerse. Era una persona tan predecible. Desde que la vi por primera vez no dejo en ningún momento de entretenerme, por así decirlo.
Recuerdo cuando la ignore el día que creyó que estaba robando un cd, mi cd. Tenía tanto sueño que lo único que quería era terminar de ensayar e irme a casa. Y luego la vi, rebuscando entre los estantes, parecía perdida pero decidida, sabía lo que venía a buscar, y yo sabía de sobra que ella no era de ese estilo, no encajaba en ese lugar, pero aun así me intrigo. Llevaba un suéter celeste pálido y debajo su uniforme escolar, pues era más que obvio que asistía a una escuela privada. Pero su voz acusadora era todo menos tranquilizante. Luego cuando la vi entre el público en nuestro concierto. Por alguna extraña razón tuve la piel de gallina al ver ese cabello de fuego entre la multitud. Vestida como si fuese a ir a una alfombra roja, claramente no encajaba ahí. Era completamente diferente a cualquier persona, y eso al principio me causaba rechazo. Pero eso mismo fue lo que llamo mi atención. No sabía por qué, pero me intrigaba, su actitud, su forma de ser. Solo hacía que quisiera estar más con ella y descubrir quién era en realidad, y me estaba gustando.
No iba a mencionar lo obvio- que es que estaba buenísima, aunque ella no lo viera- porque en lo personal creo que eso es algo estúpidamente superficial. No me gustaban las personas que simplemente querían verse bien. Bueno, aunque yo lo era, pero conmigo bastaba. Ella simplemente era... ella, antipática, malhumorada y perfeccionista, todo lo que me había parecido sumamente rechazable, ella lo tenía, pero por alguna razón, solo quería ir hacia ella. Me gustaba hacerla enojar, lo admito, era divertido ver sus reacciones a cada cosa que hacía. Y eso me suponía un problema, porque no tenía idea de lo que estaba haciendo. A donde quería llegar. Siempre fui alguien que pensaba en una sola cosa, sobrevivir. Con la banda y la escuela estaba en una situación complicada, estaba de más decir que no me interesaba estudiar y mucho menos me veía con una chaqueta de universitario, y mi situación familiar tampoco ayudaba. Lo que quería era la fama. El reconocimiento, que nuestra banda triunfara. Confiaba en nosotros, podíamos llegar. Y en este momento no podía pensar en nadie más. Pero aquí me encontraba, nervioso y ansioso por saber lo que esa pelirroja iba a ponerse. Me estaba volviendo loco, y no sabía si debía permitirlo o no. Por si no se notaba, no sabía nada.
Y en ese momento, como si la hubiera invocado con mis pensamientos ella apreciación. Y juro que sentí mi corazón detenerse ahí mismo. No se veía nada sencilla como creí que lo haría, y eso me descoloco un poco. Pero por dios, se veía hermosa.
Llevaba puesto un corsé negro, dejando al descubierto su pecho y sus hombros, un jean gris viejo que se acentuaba muy bien a su cintura y era suelto por debajo, junto con un cinturón negro y unas botas estilo Biker negras. Mis ojos involuntariamente viajaron por sus brazos desnudos y su cuello, tanta piel me estaba volviendo loco. Aparte todo pensamiento de ese tipo, a ver, que yo era un tipo decente, no un baboso señores.
Hice uso de todo mi autocontrol para quitar la mirada de ella.
-Por dios Blair, te ves hermosa- dijo Griffin dirigiéndose hacia ella con una sonrisa de oreja a oreja. Tomo su mano y la ayudo a bajar los escalones que restaban. Que, ella no podía hacerlo sola?
-Estas divina, niña. Hoy te conseguirás novio nuevo- el comentario de Matt hizo que lo fulminara con la mirada, pero no lo noto. Todos estaban mirándola. Hasta Van, que hacia una seña de aprobación con su mano. No pude evitar poner los ojos en blanco.
-Se nos está haciendo tarde. Caminen.
Me dirigí a la salida y los demás me siguieron. No tenía sentido apurarme así ya que yo no conduciría, lo haría Griffin, pero quería salir de ahí. Salimos y nos encontramos con el Jeep Commander de Griffin.
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La Canción Que Reescribiremos
Teen FictionBlair Lahey es una amante de la literatura, le apasiona escribir historias que se resigna a vivir. Jesse Patridge es un talentoso guitarrista y vocalista de la banda más famosa de la ciudad. Y no es hasta que su historia termina que por fin comienz...