- pasado -
Me levante para ir a la escuela. Decidida a arreglar las cosas con Ethan. Tenía todo un discurso preparado.
Al llegar al salón de clases me acerque a su asiento. Pero me ignoro. Así que estuve distraída toda la clase. Cuando acabo, me pare firme frente a él.
-Tenemos que hablar
-De quien, de tu novio zombie?
-Si- abrió los ojos- es decir no. No es mi novio, tú lo eres. Y por eso quiero que hablemos. Quiero ser clara respecto a todo.
-Blair. ¿Qué crees que pienso? Se que no paso nada
-Que quieres decir? - estaba algo confundida. Puso su mano sobre mi hombro.
-Amor. Es claro que no paso nada. Te conozco, llevamos juntos más de un año y ni siquiera dejas que te toque el culo. ¿Si me entiendes?
-Me estás diciendo mojigata? - no era malo en realidad. Y era cierto, pocas veces deje que me tocara. Tal vez ese era mi error
-Solo digo que sé que no hubieras dejado que un tipo cualquiera te tocara. Te veo al rato- dejo mi hombro y comenzó a caminar.
-Espera. Creo que tenemos muchas más cosas que hablar. Además, sería bueno que pasemos algo de tiempo juntos
-No puedo. En la siguiente clase tendré un examen, así que debo repasar. Puedes sobrevivir sin mi- acaricio mi mejilla y guiño un ojo
-Y al salir de la escuela? Podríamos ir a
-Tengo entrenamiento. Pero te hablare si me desocupo- regreso y me dio un beso en la frente, para luego marcharse.
El resto de las clases pasaron rápido. No recuerdo absolutamente ninguna de ellas. Había algo rondando en mi cabeza. Y no podía sacarlo. Estuve distraída todo el día. Y odiaba estar distraída.
Al salir vi a los compañeros de equipo de Ethan yéndose. Quizá la práctica se suspendió.
-Oye. ¿Dónde está Ethan? La práctica de hoy se suspendió?- le pregunte a uno de ellos. A lo que miro a otro, sin saber que responder.
-Oh, hoy no había práctica. No vimos a Ethan desde- dijo uno que acababa de salir, pero el chico al que le pregunte lo golpeo
-Se suspendió. Además, Ethan se sentía enfermo. Así que se fue temprano- dijo con una sonrisa de oreja a oreja- pero me dijo que te dijera que no te preocuparas.
Asentí y me marché. ¿Por qué se habría sentido mal? No podía no preocuparme. Y mucho menos si estábamos peleados o lo que sea. No quería que estuviera enfermo
Comencé a caminar en dirección al aparcamiento. En busca de Cameron. Y entonces reconocí el auto de Ethan. No muchos estudiantes de aquí tienen un Porsche 718 rojo. Quizá había olvidado algo. Así que me acerque para divisarlo. Y lo que vi. No lo esperaba.
¿Que quiz había olvidado algo? Sí claro. ¿Pero que se podía olvidar en la boca de Natalie Falls? Ella estaba sentada en el asiento del copiloto. Mientras él sostenía su rostro, besándola. Y a mí nunca me había besado así, con esa fuerza. Y estaba besando a otra chica. Que no era yo. Quise acercarme. Gritarle y golpearlo. Porque me había preocupado. Y el solo me estaba engañando. Contuve todas mis ganas de pincharle las ruedas del auto y corrí.
Corrí tanto que para cuando me di cuenta, estaba en el parque. Donde siempre vengo a leer y me pierdo del mundo. Y me derrumbé en el suelo. Las lágrimas salían solas. Estaba realmente dolida. ¿Cómo podía alguien engañar a una persona de esa forma? Yo había puesto toda mi confianza en él. Quizá el cariño que le daba no era suficiente. Él estaba acostumbrado a otros tratos. Yo lo sabía. Pero creí que él lo entendería. Que esa era mi primera relación, y que no estaba acostumbrada a ser de la misma forma que las otras chicas lo trataban. Y él me dijo que no tenía apuros. Que me quería. Comencé a cuestionarme, si el problema era yo. Que quizá lo hice esperar demasiado. Y para colmo el sábado aparecí con un tipo cualquiera. Había hecho todo mal desde el principio. Por eso me engaño. Yo no era lo suficientemente bonita ni atrevida para él. Todo era mi culpa.
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La Canción Que Reescribiremos
Ficção AdolescenteBlair Lahey es una amante de la literatura, le apasiona escribir historias que se resigna a vivir. Jesse Patridge es un talentoso guitarrista y vocalista de la banda más famosa de la ciudad. Y no es hasta que su historia termina que por fin comienz...