Lía Weasley

Capítulo 2 Primer Año

Lía se levantó muy temprano al día siguiente estaba emocionada era su primer día de clase y no quería perderse nada. Salió a su sala común y rápidamente salió detrás de otros estudiantes esperaba que se dirigieron al gran comedor, ya que no recordaba muy bien el camino, las mazmorras tenían muchos pasillos y eran oscuras, sería muy fácil perderse ahí, siguió a los estudiantes hasta reconocerle el lugar y dirigirse al gran comedor.

Lía se dirigió hacía su mesa y tomó asiento para desayunar, el gran comedia estaba con pocos estudiantes, en cada mesa del gran comedor. Después del desayuno Lía tomó su horario dado por el profesor Slughorn, jefe de su casa, y se dirigió a su primera clase encantamiento.

Lía entró a su clase donde impartía un pequeño profesor sobre un montón de libros.

—Bienvenido a su primera clase de encantamientos, en su primera clase veremos el encantamiento levitatorio, Wingardium Leviosa.

Lía estaba emocionada por aprender a hacer magia, escuchó atentamente a su profesor, y práctico el encantamiento, hasta conseguirlo en el segundo intento.

—Miren eso la señorita Weasley lo ha obtenido, muy bien 5 puntos para Slytherin.

Lía sonrió complacida su día había comenzado bien.

Luego de su clase decidió recorrer un poco el castillo, cada vez que pasaba cerca de alguien escuchaba murmuró y que la observaban.

—¿Es ella?

—¿Otra Weasley?

—¿En Slytherin?

Lía no sabía a qué se referían ya que no sabía si tenía más familia solo recuerda a su madre y su padre, su padre el hombre que solo vio una vez y que la dejó en el orfanato después de la muerte de su madre.

Lía ignoro los comentarios y siguió con sus clases.

...

Habían pasados unos meses en Hogwarts y ya se acercaban las fiestas de navidad, Lía había decidido quedarse en el castillo ya que no quería volver al orfanato, prefería quedarse en el castillo donde tenía una cena caliente y una cómoda cama, además que tenía demasiado trabajo se le había ocurrido vender trabajos a sus compañeros y le había ido muy bien había conseguido una gran cantidad de galeones y ninguno de sus profesores sospechaban de lo que hacía.

Estar vendiendo los trabajos había logrado acercarse a sus compañeros de casa, no para considerarlos sus amigos, pero si para cruzar un par de conversaciones y sentarse juntos en algunas clases.

Todavía Lía podía escuchar comentarios de algunos compañeros de otras casas al pasar, pero no le importaba al menos los de su casa ya no murmuraba y con los pocos que cruzaba palabras la llamaban Lía, no Weasley o la otra Weasley como escuchaba en los pasillos

Navidad había llegado Lía se levantó emocionada había oído que el colegio daba regalos a los pocos alumnos que se quedaban en Hogwarts, tomó su ropa y corrió a los baños para salir a su sala común y correr al gran árbol que tenía un par de regalos encontró uno con su nombre y lo habría emocionada era el primer regalo que recibía en años, era un libro de pociones avanzadas una de sus materias favoritas.

Lo tomó encantada y se dirigió al gran comedor solo había una niña sentada en su mesa era una niña de su mismo año, lo sabía porque compartían habitación con ella, pero nunca habían cruzado alguna palabra, se sentó cerca de ella y empezó a desayunar.

—¿Eres Lía?— la chica se había detenido de comer y se había volteado a verla.

—Si, y ¿tú eres?— preguntó amablemente Lía.

—Cristel... Cristel Dolohov

—Un placer.

Las dos chicas desayunaron juntas y estuvieron charlando toda la mañana Lía había descubierto que la clase favorita de Cristel era Transformaciones y que la dos amaban el chocolate, tal vez había conseguido a su primera amiga.

Lía agradecía que no le preguntara nada de su familia y Lía tampoco le preguntó sobre la suya Cristel se alegraba de eso no se enorgullece de su familia y menos de su tío el cual había torturado a muchos muggles o hijos de muggles.

...

Los meses habían pasado en Hogwarts y ya tenía que volver al orfanato su primer año fue mejor de lo que esperaba había hecho una amiga Cristel, había aprendido mucho y le fue estupendo en sus exámenes de fin de año había aprobado todo.

—¿Vas a escribirme?

—Lo prometo Lía.

—Te enviaré cartas de vuelta cuando llegue tu búho, no tengo uno tal vez me compre uno para el próximo año.

—Te enviaré uno de los postres que hacen los elfos son deliciosos.

—Gracias Cristel— Cristel era la única que sabía que Lía vivía en un orfanato desde la muerte de su madre ella no le preguntó nada acerca de su padre y ella lo agradecía no le gustaba recordar al hombre que la abandonó cuando apenas tenía 3 años.

Las dos amigas se despidieron y Lía cruzó el muro de la estación 9 ¾ y camino a la entrada de la estación donde alguna empleada del orfanato la esperaba de mala gana.